Pregunta para Congreso de la República de Colombia

¡La capital debe priorizar la defensa del Humedal Meandro del Say y de la comunidad de Fontibón! ¿Por qué se está utilizando suelo protegido para fines industriales?

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La Unidad Residencial Reserva de Fontibón ubicada en Fontibón, Bogotá es el hogar de 1800 familias que actualmente se están viendo gravemente afectadas. Por esto, acudimos a Osoigo para realizar  una denuncia pública sobre el problema ambiental que estamos enfrentando. A diario nos vemos expuestos a contaminación acústica, olores ofensivos y, peor aún, presenciamos la ocupación de la ronda hidráulica del Humedal Meandro del Say por la empresa EMPACOR S.A. Todo esto debido a que fuimos engañados por la constructora Las Galias que actualmente desarrolla un proyecto de 1960  apartamentos para un total de 12 torres, de las cuales 4 aún no han sido entregadas, sin ninguna advertencia para los compradores de las consecuencias ambientales y de salud a las que están  expuestos. Lo anterior constituye vicios ocultos.

EMPACOR S.A. ocupa suelos protegidos del Humedal Meandro del Say

El Humedal Meandro del Say es un ecosistema compartido entre la localidad de Fontibón y el sector occidental del municipio de Mosquera. Como comunidad hemos registrado 70 especies de fauna y flora en el humedal; no obstante, es uno de los más afectados en la ciudad por intervenciones humanas siendo así catalogado el año pasado como uno de los 7 humedales en cuidados intensivos  de los 15 humedales reconocidos por el Distrito de Bogotá a causa de su alto grado de vulnerabilidad según la Fundación Humedales de Bogotá. 

Han pasado 20 años desde que se presentó una Acción Popular (Consejo de Estado, Acción Popular E No. 25000-23-26-000-2000-0112-01 (AP) 2013) para responsabilizar a la Corporación Autónoma Regional CAR en calidad de autoridad ambiental sobre las afectaciones, derechos del ecosistema y cumplimiento del Plan de Manejo Ambiental. Sin embargo, esta Acción Popular corre muy lentamente mientras continúan las afectaciones al humedal. Actualmente su suelo está declarado como suelo de protección, es decir, no se puede realizar ninguna actividad económica sobre el mismo. Aun así está siendo ocupado por canchas de fútbol y empresas como EMPACOR. Además, se permitió la construcción del conjunto residencial donde la Constructora las Galias tuvo que realizar una compensación ambiental por invasión de suelo del Humedal Meandro del Say. ¿Cómo se están otorgando licencias a estos proyectos urbanísticos y empresas de alto impacto para ocupar suelos protegidos sin consideración alguna por las consecuencias?

EMPACOR, por ejemplo, ha recibido procesos sancionatorios por parte de la CAR Dirección Regional Bogotá La Calera (Expediente No 49616) por vertimientos, ocupación de ronda y emisión de olores ofensivos. Adicionalmente cuenta con el Expediente No 44284 por emisiones de ruido sin ajustarse a las disposiciones de la Resolución No 627 de 2006 del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS) . La empresa, que lleva años abusando del humedal y acabándolo poco a poco, niega hacer vertimientos y, en su portal web, reclama ser una empresa de economía circular que reintegra a su proceso el 80% de sus residuos directos y dispone del restante cumpliendo los requisitos de ley. Sin embargo, los residentes de la unidad residencial contamos con fotografías y videos que comprueban que sí hacen vertimientos de aguas residuales de la actividad industrial sobre el humedal.

A pesar de que los residentes radicamos un derecho de petición a la CAR de Cundinamarca, la respuesta expresó que, al inspeccionar el lugar, no se identificaron vertimientos de aguas residuales no domésticas al suelo, pues estas eran recirculadas en procesos productivos. ¿Pero cómo se evidenció esto cuando los residentes contamos con material videográfico que demuestra que sí se están haciendo estos vertimientos?

Por otro lado, cuando hemos intentado, como comunidad, proteger a este humedal se evidencia que su jurisdicción, repartida entre diferentes entes, representa un problema para su protección. La administración de la franja del Parque Ecológico Distrital Humedal Meandro le corresponde a la Secretaría de Medio Ambiente, mientras que la parte interna le corresponde a la CAR Calera y CAR Sabana Occidente. Adicionalmente, autoridades de Mosquera también tienen jurisdicción sobre algunas zonas. Así, la fraccionada jurisdicción impide la solución de las amenazas ambientales a las que se ve expuesto el humedal. En efecto, las autoridades ambientales no ejercen el control que les compete ni lanzan las alarmas ambientales necesarias. 

Inhalar gases industriales y no poder dormir por el ruido: la cotidiana realidad de la comunidad de Fontibón  

Las personas que compraron propiedades en este conjunto residencial fuimos engañadas por la constructora Las Galias porque nunca nos advirtió sobre los olores y ruidos las 24 horas del día a los que seríamos sometidos. Así, esta constructora está violando su responsabilidad social directa al vender estos apartamentos sin advertencia alguna.

Constantemente somos sujetos de los altos ruidos causados por la actividad industrial de la empresa EMPACOR , afectando la calidad de sueño y descanso, pues el ruido no cesa en las horas de la noche. Además, tenemos que soportar olores ofensivos del humo que sale de las chimeneas de la empresa ubicada al lado del conjunto residencial. Este CO2 y gas, del que se desconoce el nivel de toxicidad y cantidad de químicos, entra en nuestros hogares a diario. 

Las chimeneas de la fábrica emiten gases a diario y se encuentran apenas a unos 300 metros aproximadamente de las viviendas. EMPACOR no cumple con las áreas de aislamiento necesarias ni zonas especiales designadas para la actividad industrial de alto impacto. Irónicamente, esta empresa recibió el reconocimiento de Empresa INspiradora en 2019 y 2020 por la Fundación ANDI y el Sello Empresa INcluyente 2021 de la misma fundación para resaltar su sostenibilidad e impacto social positivo; sin embargo, su actividad está poniendo en riesgo la vida de la comunidad cercana

La localidad de Fontibón ocupa los últimos puestos en calidad de aire en el Distrito. Es más, Fontibón apenas promedia 0,1 árboles por habitante según datos estadísticos del Jardín Botánico de Bogotá ofrecidos por el El Nuevo Siglo. Entonces, además de no tener árboles que absorban el CO2, los  hogares alrededor de esta fábrica reciben emisiones a diario, exponiendo la salud de niños, niñas, adultos mayores y mujeres embarazadas enfermedades respiratorias que, según la OMS, constituyen 5 de las 30 causas más comunes de muerte en el mundo. 

La salud mental y física de los residentes del conjunto está en riesgo. Es hora de que las autoridades respondan a la comunidad de Fontibón, y al Humedal Meandro del Say con acciones contundentes. No necesitamos respuestas vacías, ¡Se requieren soluciones efectivas! Ayúdenos a firmar esta petición para que las entidades públicas y ambientales asuman su responsabilidad. Solo necesitamos 350 apoyos para que los políticos nos den respuesta en el portal de Osoigo. ¿Nos ayudas?

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Pregunta dirigida a: Congreso de la República de Colombia