Pregunta para Parlamento de Catalunya

Las personas con intolerancias alimentarias merecemos una vida digna. ¿Por qué no se investiga más sobre estos temas en la Sanidad Pública para que podamos tener un buen diagnóstico y una mejor calidad de vida?

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Verónica Rosales Pregunta de Verónica Rosales

Soy Verónica Rosales Quintana y lanzo esta campaña para reivindicar que se investigue más sobre las intolerancias alimentarias en la Sanidad Pública porque son muchas las personas que no puede permitirse pagar las pruebas para tener un buen diagnóstico. Todo empezó cuando me infecté con la bacteria Helicobacter Pylori, fui al médico y me hicieron esa prueba para detectar si tenía esa bacteria. La prueba resultó positiva y tuve que hacer tres tipos de tratamiento porque no lograba que se fuese la bacteria. Al finalizar el proceso y comprobar que ya estaba todo bien, me hicieron una colonoscopia y una ecografía, los resultados también fueron buenos. Yo comía fruta y verdura y me encontraba mal, sabía que tenía un problema más allá que no podían detectar. 

Soy una persona a la que le gusta investigar y leer, en ese momento descubrí que yo tenía una intolerancia a la fructosa y al sorbitol, acudí al médico digestivo y pedí que me realizasen las pruebas específicas porque yo sabía que tenía esta intolerancia. Como ya sospechaba, me confirmaron que se trataba de eso y que tendría que adaptarme a esta forma de vida.

 

El problema va mucho más allá y se pueden hacer muchas más pruebas, pero el problema es que son muy costosas y la gente no tiene los medios económicos suficientes para poder realizarlas. En la Seguridad Social sí que te hacen la prueba sobre el crecimiento bacteriano, mucha gente no lo conoce o algunos profesionales no reparan en hacértela, pero sí que está cubierto y es para ver si tienes un desequilibrio.  Si quieres hacerte estudios específicos de microbiota intestinal donde hay que averiguar si tienes parásitos o cualquier otra cosa porque has sufrido un desequilibrio en tu sistema, tienes que pagarlas porque la Seguridad Social no las cubre. 

Hay muchos niños y niñas que también tienen mala gestión a la fructosa y los que se lo pueden permitir y se han hecho ciertas pruebas, se han dado cuenta de que tienen parásitos o un sobre crecimiento bacteriano o problemas más allá de una intolerancia a la fructosa. Por esto la importancia de ir más allá, porque psicológicamente afecta muchísimo y hay personas que sufren muchos dolores, molestias, diarreas y no pueden llevar una vida normal ni salir a comer  fuera nunca.

La gente cuando va a un especialista del aparato digestivo se encuentran con una tabla de alimentos que son permitidos y no permitidos. Te dicen qué es lo que tienes que comer y qué alimentos debes eliminar de tu dieta. Detrás de todo eso no hay un nutricionista que te asesore o acompañe durante todo ese transcurso de tiempo, tienes que aprender a reconocer qué alimentos te sientan bien, cuáles te sientan mal, cómo hay que combinarlos, si hay que retirarlos, introducirlos, etcétera. Nadie te enseña toda esta información tan vital y que nos ayudaría a tener una mejor calidad de vida. Tienes que gastarte el dinero en visitar a especialistas que te acompañen en este camino de descubrimiento sobre cómo debes alimentarte. 

Es complicado porque la gente va muy perdida y necesitan a alguien de guía porque surgen muchas dudas. Detrás de todo esto, los nutricionistas saben que hay que restaurar el sistema digestivo para ir tolerando cada vez más cantidad de los alimentos problemáticos, es algo progresivo. Te vas para tu casa con la tabla de alimentos pero te sientes muy perdida y te sigues encontrando mal. Tienes que investigar por tu cuenta y costearte un nutricionista porque la Seguridad Social no te lo cubre para poder llevar este control progresivo. Detrás de esta intolerancia hay muchas más cosas, te dan un listado de alimentos y esto puede causarte ansiedad por no saber qué puedes comer ahora y encontrarte con que todo lo que antes comías ya no lo puedes tomar, es un cambio de hábitos muy complicado porque llevas toda tu vida comiendo así. Tienes que ir aprendiendo a conocer tu cuerpo y en muchas ocasiones es un proceso en el que estás sola. 

En mi cuenta de Instagram (@sinfructosalavidasabem) me di cuenta de que cuándo tienes una intolerancia y hay tantas restricciones sobre lo que puedes comer y que todo te sienta mal, hasta la comida saludable; descubres que tienes que llevar una dieta y te sientes un poco perdida. Piensas que tienes que renunciar también a comer un helado o un dulce y quería compartir con el resto de la gente que se pueden comer este tipo de alimentos aunque tengas intolerancias a la lactosa, fructosa o fuera lo que fuera que sepan que se pueden comer muchos alimentos y de manera saludable. Hacemos comunidad para compartir información y colaborar entre todos y todas para poder tener una buena alimentación.

Por todos estos motivos, pido a los políticos y políticas del Parlamento de Catalunya que se comprometan a que se investigue más sobre las intolerancias y que la gente pudiera recibir una mejor información al respecto cuando acuden a la Sanidad Pública. Los profesionales deberían estar más informados sobre estos temas y comprender que las personas que vivimos con intolerancias alimentarias nos enfrentamos a una vida de restricciones y lo asumimos cuando quizás no sea ese el problema. El problema es que se quedan sin saberlo porque no pueden costearse unas pruebas específicas para detectar cuál es el problema real. 

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