Pregunta para Parlamento de Catalunya
Los grupos que hacen apología de los TCA en Internet pueden ser muy peligrosos. Necesitamos charlas con testimonios reales sobre esto en colegios e institutos.
Mi nombre es Vicki, tengo 33 años y sufrí Bulimia y Anorexia Nerviosa de los 17 a los 19. En aquella época no había tanta información sobre la enfermedad como la hay ahora. A penas se hablaba del tema y todo lo que podías encontrar en redes solía hacerte más daño que otra cosa.
Cuando entrabas en Internet con la intención de informarte sobre el problema podías encontrar varias webs dedicadas a hacer apología de los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) con contenidos muy peligrosos. Desde compartir “trucos” para ocultar la enfermedad, hasta darse “ánimos” para conseguir una pérdida de peso. También era común la competitividad de las chicas para ver quien perdía más peso en un periodo de tiempo determinado. Todo ello te hacía evadirte del mundo real y agravaba enormemente el problema.
Lo peor es que actualmente estos espacios siguen existiendo en diferentes formatos. Con un solo clic podemos encontrar foros, webs o cuentas en TikTok o Twitter con el mismo papel que el de los antiguos blogs sobre TCA. En ellos, además de dar “consejos” para adelgazar o esconder el problema delante de familiares y amigos, también se suelen colgar fotografías de chicas excesivamente delgadas a modo de “inspiración”. Todo esto suele trasladar mensajes negativos hacia una misma, incitando a la culpa y el autocastigo.
Es cierto que actualmente hay más información sobre la enfermedad, pero creo que siguen faltando referentes. Si los niños, niñas y adolescentes pudieran tener acceso a charlas informativas organizadas desde los propios colegios e institutos en las que además contaran con testimonios reales, se podría ayudar enormemente a prevenir la enfermedad.
Muchas veces no contamos lo que nos pasa o incluso no somos conscientes debido a la desinformación y al estigma social que existe todavía en torno a los problemas de salud mental. En mi caso, siempre he tenido mucha ayuda por parte de familiares y amigos, pero hay otras personas que no tienen la misma suerte. Aprender a como tratar a tu hermana, tu hija o tu amigo con TCA me parece esencial.
Si los niños, niñas y adolescentes pudieran sentirse comprendidos en vez de juzgados, quizás la enfermedad podría tratarse de forma temprana sin tener que esperar a llegar a estar al límite como pasó en mi caso.
Es importante concienciar sobre las causas y consecuencias del TCA y aprender a tratarlo. A lo largo del tiempo suelen haber recaídas, pero si sabes como gestionarlo y tienes un entorno favorable para poder hacerlo todo es más fácil. Yo tuve una a los 26 años y es cierto que es algo que no se puede controlar, pero tratándolo como es debido pude superarlo.
Por todo esto quiero dirigirme al Parlament de Catalunya para pedir que se implementen talleres y charlas de concienciación con testimonios reales sobre los TCA en los colegios e institutos. Tenemos que desestigmatizar de una vez las enfermedades de salud mental.