Me llamo Virginia y vivo en Vicar; concretamente en La Gangosa, Almería. En 2015, un día me levanté y no veía. Cuando intenté ponerme de pie, me caí. No tenía equilibrio. Yo pensé que esto vendría del cansancio acumulado, ya que tenía a mis hijos pequeños, pero tuvieron que ingresarme en el hospital. El primer diagnóstico que me dieron fue un reumatismo cerebral pero esta hipótesis se descartó. En septiembre me anunciaron que tenía esclerosis múltiple.

Al cabo de tres meses, en noviembre, fui a la revisión ginecológica rutinaria y allí me detectaron el Virus del Papiloma Humano (VPH), causa del desarrollo de un cáncer en el cuello del útero. Para esto no he recibido tratamiento y tampoco me han querido operar. Solo me han quemado, de vez en cuando, el cuello uterino con nitrógeno para evitar de manera temporal que el cáncer se expanda. Aun así, no lo han conseguido; se me ha reproducido tres veces y esto está asociado con la bajada de defensas que me provoca el tratamiento que tomo para tratar la esclerosis múltiple. También me han tenido que quitar quistes que me han ido saliendo en los pechos.

A partir de este momento desarrollé brotes relacionados con la esclerosis y me quedé en silla de ruedas el 2018. Yo no me veía en una silla, así que luché para volver a andar y lo conseguí. También he perdido la visión en un 30% de cada ojo. Actualmente tengo 19 secuelas en la cabeza, de las cuales 12 están activas.

La asociación de la bajada de defensas con la reproducción del cáncer que padezco es un tema que me preocupa, ya que la esclerosis múltiple es una enfermedad que me acompañará y que tendré que controlar con tratamientos que afectaran mi sistema inmunológico siempre. En este sentido me planteo: ¿Por qué no procuran cortar el cáncer de raíz en vez de dejarlo ahí y solo pararlo de manera temporal de vez en cuando? Esto serviría para que pudiera centrarme solo con una de las dos enfermedades que padezco y sería un descanso psicológico y también físico para mí. Siento que los médicos no me están tratando teniendo en cuenta que conllevo las dos enfermedades. Es por esto que me dirijo a los políticos del Parlamento de Andalucía, ya que son quienes me representan, para que me respondan, concretamente: ¿Por qué no se incide en la coordinación de los especialistas de la sanidad pública que tratan las enfermedades para que una no tenga influencia negativa sobre la otra?