Hola Román! Gracias por la pregunta, es una buena cuestión la que planteas.

En primer lugar diré que la transición a las energía renovables es algo que vamos a tener que hacer si o si desde ya. Los datos indican que si extraemos y quemamos más del 20% de las reservas de combustibles fósiles conocidos hasta la fecha, la temperatura mundial subirá por encima de los 1,5°C, una cifra que todas las científicas no dudan en decir que supondría el desastre climático y entraríamos en una fase de no retorno, donde la acumulación de CO2 sería tal que no podría ser absorbida por los ecosistemas. Las consecuencias se están dando ya: Más 25 millones de personas en el mundo se han visto obligadas a desplazarse de sus lugares de origen por motivos medioambientales.

Hasta día de hoy, el grueso de la inversión pública se la han llevado las no renovables, en forma de "costes de transición" y "déficit de tarifa". No es algo que suceda solo en España, de hecho, el gobierno francés tiene que poner dinero para que varios proyectos de plantas nucleares no se vayan a pique.

Toda transición necesita de una inversión necesariamente, que debería ser pública principalmente, además de un marco normativo que lo impulse y no como el actual. También es una cuestión de forma y no tanto de cantidad de la inversión pública. Esta inversión debe estar dirigida a hogares y pequeños autoconsumidores de energía, pues sería injusto subvencionar al oligopolio eléctrico para que sigan manteniendo su poder. Una producción de renovables repartida ayuda a descentralizar la producción, indispensable para una fuente de energía no estable.
Este tipo de inversión pública podría obtenerse de un impuesto a las emisiones de CO2, o ecotasas, que graven a quien más contamine, lo que a su vez haría rentable el invertir en eficiencia y en generación renovable.

Por lo demás, la tasa de retorno de las renovables (energía que invertimos para producir la energía renovable) es claramente positiva y mucho mayor que otros disparates a los que se llama " la energía del futuro" como las arenas bituminosas. Además, la rentabilidad de las renovables aumenta ha medida que la tecnología mejora.

Por último, es importante que esta transición nos ayude también a cambiar la economía y los modos de producción. Para ser sostenibles debemos impulsar conceptos de ahorro como la eficiencia energética de los hogares (aislar mejor, etc) o de economía circular (reutilizar materiales o reducir el consumo superfluo).

Un saludo.