Me llamo Yésica Uclés García, vivo en Córdoba y soy integradora social. Siempre he enfocado mi trabajo a las personas con diversidad funcional. Tras un tiempo trabajando con adultos, me especialicé en terapia infantil y comencé a trabajar en gabinetes. Con la pandemia y la reducción de plantillas que han sufrido muchas empresas, tuve que decir adiós a mi puesto de trabajo.

Mi afán de superación, mis ganas de trabajar y el compromiso con mis usuarios, me han llevado a emprender por mi sola y realizar mis propias terapias. Además, he dado forma a un nuevo proyecto, ‘Súper peques’, una plataforma a través de la cual comparto pautas de intervención y recursos sobre diversidad funcional que sirven como material de ayuda para los papás, mamás y profesionales.  

Pese a seguir métodos concretos, siempre hago modificaciones personalizadas, ya que considero que cada niño/a o adolescente es diferente. La adaptación es clave y es ahí donde quiero centrar mi reivindicación. La diversidad es riqueza y debemos adaptarnos a ella. 

No es necesario que un niño o niña tenga un diagnóstico de discapacidad para que necesite una modificación curricular o un apoyo en el aula. Es por ello por lo que creo que los centros educativos deberían adaptarse a todo tipo de niños /as y no los niños/as a los centros. 

No obstante, los centros educativos tienen que aprender a llevar a cabo esa adaptación y esas ayudas necesarias, para ello existen otras figuras como la del integrador social. Nosotros estamos especializados para trabajar con grupos vulnerables que necesiten cualquier tipo de apoyo en el aula.  Somos la pieza clave para formar un equipo multidisciplinar preparado para la diversidad que nos encontramos en los colegios. Lo mismo que servimos para mediar, servimos para dar asistencia, apoyo y ayuda personalizada a todo tipo de niños/as, no somos maestros y no queremos pisar la figura de estos, queremos ayudar a evitar en muchos casos el fracaso escolar y la inadaptación de muchos alumnos/as.  

Sin embargo, son pocos los centros que disponen de la figura del integrador social, y si cuentan con ella, es de una forma de asistencia en autonomía personal del alumnado con necesidades educativas especiales. Servimos y estamos cualificado para mucho más.  

Ante esto, como ciudadana e integradora social, me dirijo a las y los miembros del Parlamento de Andalucía, para que tomen conciencia de la situación y lleven a cabo medidas justas y necesarias que den solución a esta problemática.