Pregunta para Senado
En España tenemos grupos de mujeres increíbles con poquísimo reconocimiento y que no se les brinda la oportunidad de participar en festivales grandes. Pido que se invierta en la educación y se de representatividad a las mujeres en el mundo de la música.
Soy Yolanda Alvarez y en mis redes intento hablar sobre las realidades del contexto politico-social actual que me afectan. Desde la perspectiva de público y como amante de la música estoy muy emocionada con la vuelta de los festivales, pero también muy enfadada por encontrarme con lo mismo de siempre: la equivalencia de que cuanto más alcance tenga el evento, menos mujeres hay en el cartel.
Referenciando a MYM, Mujeres y música: “Vivimos en una estructura social patriarcal y sus dinámicas se reproducen en todos los ámbitos. Tenemos que visibilizar y combatir estas dinámicas machistas para alcanzar un escenario de equidad en el que el género no limite las oportunidades, ni los roles a interpretar y no condicione la respuesta del público.”
En España tenemos grupos de mujeres increíbles con poquísimo reconocimiento y que no se les brinda la oportunidad de participar en festivales grandes. La mayoría de veces el argumento suele ser la supuesta falta de mujeres en la profesión, lo cual no termina de ser cierto. Si les echamos un ojo a los datos de los eventos con más alcance del país, podemos ver que el Primavera Sound el año 2019 nos sorprendía con casi un 45% de mujeres en su cartel, llegando casi a la paridad. Sin embargo, en 2020 el porcentaje ha bajado, quedando por debajo del 30%. El Viñarock, por su parte, después de años de mejorar levemente sus datos, se vuelve a colocar por debajo del 5% de representatividad de mujeres/NB. Estamos hablando de grupos que cuentan con alguna mujer en su banda, no hablemos ya de grupos liderados por mujeres.
Además, si nos fijamos en los festivales alternativos pequeñitos, no suele haber una polarización tan significativa. Aun así, estos eventos que abogan por la equidad real, no tienen tanta visibilidad ni alcance por lo que es difícil que los grupos que participan en ellos saquen adelante su carrera profesional. La solución a esta situación debe comenzar en la educación; aunque estudiemos música en el colegio, son pocas las personas que pueden nombrar una sola compositora clásica. A esta falta educativa, debe unirse la representación, poder ver a mujeres sobre los escenarios es la única clave para conseguir que sean más las que quieran estar sobre ellos. ¿Cómo van a querer las niñas dedicarse a la música si no conocen ninguna?
Pido a los y las políticos/as que hagan una inversión material como personal para la educación e incentiven y animen a dar representatividad a las mujeres en el mundo de la música. Hay que facilitar, también, el descubrimiento de nuevas artistas para las/los programadoras/es que desean romper la brecha de género y la infrarrepresentación.