Pregunta para Parlamento de Catalunya
Hace ya 10 años desde que mi hijo y yo luchamos contra el cáncer a la vez. ¿Cuándo se va a invertir en una mejor atención y más investigación contra esta tediosa enfermedad?
Hola a todos,
Me llamo Yolanda, soy de Lérida, tengo 43 años y hace 10 que me diagnosticaron cáncer de mama. Tenía tan solo 33 años cuando comenzaron las pruebas de revisión y algo dejó de marchar bien. Tras una biopsia lo detectaron. Pasé por quirófano –por suerte no me extirparon el pecho completo, solo me vaciaron la parte superior y extrajeron los ganglios—, y a la operación se sumaron 9 meses de quimioterapia y radioterapia.
Pero la historia no termina ahí. Por si fuera poco, en mi 4ª quimio, a mi hijo de 9 años le detectaron un tumor cancerígeno en el cerebro. Teníamos el 2x1 en casa, acostumbrábamos a decir con el mero objetivo de aliviar “un poco” tal situación. Mi hijo comenzó con un bulto sin explicación y una infección de garganta, pero en Lérida no eran capaces de ver más allá, por lo que nos mandaron directos a Barcelona.
Cuando llegamos allí, los médicos fueron rotundos con mi marido: “Tu mujer tiene cáncer, pero tu hijo se muere”. ¿Cómo se reacciona a una afirmación tal? Sin embargo, en Barcelona lo salvaron. Lo operaron y no hizo falta quimio, que era lo que yo más pedía.
Fueron meses duros, en todos los sentidos. Jamás imaginé que viviría algo así, y en un momento tan vulnerable a nivel personal. Llegamos a Barcelona, sin dinero y sin un lugar en el que poder quedarnos, y por ello siempre estaré eternamente agradecida por la atención que he recibido.
En Barcelona nos permitieron hospedarnos en la Casa Ronald McDonald, una casa de acogida en la que disponíamos de todo lo necesario y de forma gratuita. Además, la Asociación contra el Cáncer me ha ayudado en todo cuanto tenía en su mano, y tan solo tengo palabras de agradecimiento por todo el apoyo.
El camino ha sido arduo, tremendamente costoso y repleto de obstáculos, pero seguimos aquí, mi hijo y yo, y el resto de la familia que no ha dejado de acompañarnos incluso en la distancia. Ahora convivimos con las secuelas y las revisiones, y algún que otro quebradero de cabeza con la Sanidad Pública, que pocas veces está a la altura de los pacientes, sobre todo en Lérida, donde siempre se requieren múltiples visitas y llamadas para obtener una solución. Además, los desorbitados precios de los medicamentos, a los que muchas veces no accedo por el mero hecho de no poder permitírmelo.
Por eso me dirijo desde aquí al Parlament de Catalunya, porque son mis representantes políticos, para plantear lo siguiente: ¿Hasta cuándo se va a dejar a los pacientes sin acceso a la medicación y tratamientos por una cuestión de vulnerabilidad económica? ¿Hasta cuándo vamos a tener que reclamar las revisiones, atenciones y cuidados los pacientes oncológicos?
Por no hablar del rechazo que genera la enfermedad después. No recuerdo el número de trabajos en los que he sido rechazada por el hecho de tener revisiones, así como alguna limitación y el riesgo con el que convivo. ¿Cuándo dejará de ser así?
Además, no nos cansaremos de pedir más inversión en investigación. La investigación es evitar diagnósticos tardíos, o pasos en pasos en falso en la detección de la enfermedad. La investigación es vida.