La Administración española sigue ignorando y excluyendo a los saharauis que llevamos décadas viviendo en la Península. Mi hermana Embarca sigue esperando su nacionalidad, cumple con todos los requisitos necesarios al llevar más de 20 años viviendo en España, pero la Administración sigue denegando su acceso a este derecho alegando un error de transcripción con su nombre de pila en la partida de nacimiento. 

Estamos en un proceso judicial para reclamar este derecho que el caos de la administración le niega a mi hermana de manera arbitraria. El resto de los hermanos sí que tenemos nuestra nacionalidad española. Nacimos en el Sáhara Occidental cuando estaba colonizado y bajo bandera española pero nuestro colectivo siempre es olvidado e ignorado sistemáticamente. 

Esta irregular situación ha perjudicado mucho a mi hermana a la hora de desarrollar su vida en España. Su acceso a la integración laboral está limitado por este problema burocrático que además le obliga a tener que renovar su documentación oficial cada año por ser provisional.

Mientras otras personas procedentes de países latinoamericanos con vínculos históricos con España tienen un trato más digno a la hora de tramitar sus solicitudes de nacionalidad, la comunidad saharaui acumula agravio tras agravio y miles de expedientes de nacionalidad como el de mi hermana son rechazados o permanecen atascados en la lenta y desastrosa burocracia.

A pesar de que muchos saharauis de mi generación hemos nacido bajo la bandera española nos han vendido a Marruecos violando la legalidad internacional y siendo cómplices para negar a nuestro pueblo la existencia y el derecho a decidir su futuro. Todo por intereses económicos y olvidando que también somos ciudadanos. 

Por eso quiero con esta petición que el Gobierno español se plantee abrir un proceso de regularización y concesión de la nacionalidad a la comunidad saharaui. Para que personas como mi hermana, que lleva muchos años en España, no tenga que pasar ahora un calvario judicial pagado con nuestro esfuerzo para obtener un papel al que tiene derecho. Luchemos para conseguirlo apoyando y compartiendo esta petición.  ¡Merecemos ser ciudadanos de primera!