Hola, me llamo Zaloa, tengo 26 años y soy de Santander. Escribo este texto para dar visibilidad a la diversidad racial y para reivindicar la importancia de acabar con los comportamientos racistas que están tan arraigados en la sociedad española y que marcan la vida de las personas racializadas desde nuestra infancia. 

De madre española y padre inglés, mis hermanos y yo tenemos orígenes caribeños, por este motivo siempre nos ha tocado explicar nuestras raíces desde el primer momento. Cada vez que me preguntaban de dónde era y yo respondía que de Santander, entonces la gente me volvía a hacer la pregunta porque no se quedaba satisfecha con mi respuesta. 

En pleno siglo XXI la diversidad racial es una realidad en España y en todo el mundo, por este motivo no entiendo cómo todavía por el simple hecho de ser negra me tengo que encontrar con situaciones por las que otra persona no tiene que pasar. Por ejemplo, el tema de la peluquería. Todavía no he encontrado una peluquería que sepa tratar bien mi pelo afro, de normal me dicen que no saben cómo hacerlo o sin decirme nada me hacen destrozos. Además, siempre he tenido complejo con mi pelo afro, ya que en el colegio era objeto de burlas y discriminación y, por ello, me lo alisaba constantemente. 

También, me ha pasado que en muchos sitios se piensa que por ser negra mi nivel sociocultural es más bajo y para nada es así. Mi padre nos institió mucho desde pequeños en que por ser negros nos iban a tratar como a tontos y que teníamos que estudiar y demostrar que ser negro no está reñido con la inteligencia o la sabiduría. 

Por otra parte, ser negra y mujer conlleva una constante sexualización que todavía pone más difíciles las cosas, puesto que se junta el racismo con el machismo. Los rasgos de las mujeres negras son constantemente objeto de comentarios poco apropiados que denigran a la mujer y que la convierten en un objeto. 

En resumen, el hecho de ser negra ha provocado que sufra racismo y discriminación desde mi infancia hasta ahora. Vivimos en una sociedad que parece no acostumbrarse a la diversidad, cosa que está más que nunca a la orden del día. Por este motivo, considero que debe haber más referentes negras que rompan con el esquema establecido de que las personas racializadas vivimos en otro nivel social y no podemos disfrutar de los mismos privilegios que las personas blancas. También es necesario educar a los niños desde pequeños en la diversidad, para así establecer unas bases sólidas que sean difíciles de contaminar por los comentarios racistas que pueden llegar a hacer los adultos.