Somos los familiares de los alumnos y alumnas del Centro de Educación Especial Concha Espina, y queremos dar visibilidad a los impedimentos con los que se están encontrado nuestros hijos al desplazarse hasta su centro educativo.

Son alumnos con discapacidad física, intelectual y/o cognitiva, por lo que muchos de ellos precisan de vehículos adaptados. La escuela, hasta el momento, disponía del servicio que le ofrecía el Consorcio de Educación, pero al superar los 16 años de antigüedad, esos vehículos se han reemplazado por un autobús que hace el traslado inaccesible y tedioso para los menores: 

• Los usuarios con sillas de ruedas, unos 6, directamente no pueden hacer uso del transporte.
• Niñxs con dificultades físicas no pueden moverse con facilidad por la estrechez del vehículo, y la inclinación de las escaleras que hacen necesaria la ayuda de las monitoras para evitar caídas.
• La oscuridad y el espacio también complican el traslado para quienes tienen discapacidad sensorial y ofrece rechazo y miedo al entrar.

En definitiva, muchos de los alumnos están perdiendo sus clases escolares afectando a su rutina, sus terapias, la socialización, y su derecho a la educación en contra del alarde que realizan las instituciones a favor de la inclusión. 

Desde el centro educativo, junto con las familias de los alumnos afectados, se están llevando a cabo numerosas peticiones y reclamaciones las cuales no han obtenido la respuesta adecuada por parte de la administración pública correspondiente.

Por lo tanto, queremos que se llegue a un consenso para que el acceso se mantenga como en años anteriores con vehículos adaptados, y que nuestras hijas e hijos puedan ver que luchando por sus derechos, hablando y negociando, la palabra “inclusión” puede ser un poco más real.