Somos Adrián y Zayra y tenemos 17 y 19 años respectivamente. Ambos sufrimos problemas de salud mental graves que deben ser tratados por profesionales, sin embargo, nos sentimos abandonados por el sistema. ¿Cuándo se va a invertir en salud mental lo suficiente para que podamos ser atendidos adecuadamente?

En mi caso (Adrián) arrastro un Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA) y graves problemas de ansiedad y depresión desde hace un año. Empecé con las autolesiones y durante este tiempo he intentado quitarme la vida cinco veces. A pesar de esto tardaron tres meses en darme cita para el psiquiatra de la Seguridad Social. Los profesionales están desbordados y ahora tendré que esperar otros cinco meses hasta que me vuelvan a atender. Cinco meses en los que voy a tener que cargar con todo esto yo solo ya que mi familia no tiene dinero para pagar un psicólogo privado. ¿A qué esperan para poner más medios?

Por su parte, Zayra convive con la depresión desde los 13 años. Antes de diagnosticarla casi nadie daba importancia a su estado de ánimo. Poca gente es consciente de que esta enfermedad no tiene edad y si eres demasiado joven debes de enfrentarte día a día al estigma social que gira en torno a los problemas de salud mental. 

Ella también siente que la atención que ha recibido por parte de la sanidad pública no ha sido la adecuada. A pesar de que tu situación personal requiera prioridad, el protocolo es prácticamente el mismo para todos. Nos dan citas de 30 minutos cada tres o cinco meses y si estás peor aumentan la dosis de medicamentos. 

El verano pasado Zayra también intentó quitarse la vida, por suerte se pudo evitar un desenlace fatal. Ni siquiera después de esto aumentaron las citas con el psiquiatra. Es frustrante pedir ayuda y no encontrarla por ningún lado. 

Actualmente, el suicidio se ha convertido en la principal causa de muerte de los jóvenes. La pandemia ha deteriorado gravemente su salud mental y duplicado las urgencias psiquiátricas. Según los datos de la Fundación Española para la Prevención del Suicidio, en 2019 se quitaron la vida 309 personas de entre 15 y 29 años, una cifra que se sitúa incluso por delante de los accidentes de tráfico.

El problema principal no es la formación del personal, de hecho, creemos que hay profesionales muy cualificados dentro de la Seguridad Social. El problema es que no se les deja hacer bien su trabajo debido al colapso de pacientes y el poco tiempo que pueden invertir en cada uno de ellos. 

Por eso desde aquí nos gustaría pedir a la Asamblea de Madrid que se invierta más en salud mental y se contraten a más profesionales para poder proporcionarnos una atención de calidad, con menos tiempos de espera y más en consulta. ¿Cuántos más tienen que morir para implementar mejoras?