Pregunta para Asamblea de Madrid
Las madres y padres del colegio Blas de Lezo exigimos a la Comunidad de Madrid que se respete la libertad educativa y la independencia de nuestro centro público tras dos ‘dedazos’ en la dirección, ¿hasta cuándo seremos ignorados por la consejería?
Las madres y padres del colegio público Blas de Lezo en Las Tablas (Madrid) llevamos más de dos años luchando por defender la independencia y la libertad de educativa del centro en el que hemos confiado para educar a nuestros hijos y queremos exigir que la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid deje de ignorar nuestras peticiones.
Las leyes de Educación, tanto la LOMCE como la LOMLOE (conocida como Ley Celáa) recogen, como no pueda ser de otra forma, el poder de decisión de la comunidad educativa (padres, docentes, estudiantes) a la hora de conformar el equipo directivo de un centro público de enseñanza. En el caso del Blas de Lezo este derecho se ha vulnerado en repetidas ocasiones y la Consejería de Educación liderada por Enrique Ossorio Crespo nos niega cualquier tipo de “legitimidad” para reclamar nuestros derechos.
El director que teníamos hace unos años contaba con un amplio consenso entre padres y madres y su equipo directivo estaba cohesionado y muy coordinado pero fue cesado fulminantemente en junio de 2019 tras unas maniobras raras de la consejería de Educación. Se lo quisieron quitar de encima para nombrar a dedo a otra directora sin experiencia acreditada mediante un proceso de comisión de servicios.
Los padres y madres nos movilizamos entonces para reclamar que contaran con nosotros para una decisión así y para expresar que no compartíamos el nombramiento por comisión de servicios, en lugar de poner la plaza vacante en un concurso de méritos, como hubiera sido deseable.
La directora acabó dimitiendo tras una gestión nefasta y recientemente ha sido 'premiada' con un puesto en la Dirección del Área Territorial. Por el camino se ha neutralizado con la metodología educativa que estaba implantada y aprobada para el Blas de Lezo. Esa metodología fue la razón por la que muchas familias decidimos matricular a nuestros hijos en este centro y el cambio radical impuesto sin contar con nosotros ha provocado que muchas familias hayan decidido cambiar de centro educativo. Hemos perdido un proyecto educativo que ponía a los alumnos en el centro de todo el proceso de aprendizaje basado en el trabajo colaborativo y en el que toda la comunidad educativa estaba unida para volver a una enseñanza tradicional donde sólo el profesor es el centro.
Tras esta dimisión se produjo un nuevo dedazo en marzo 2020: se nombró a otra directora. Se convocó al consejo escolar y varias familias se plantaron exigiendo que se contara con nuestra opinión. Propusimos a la jefa de estudios del anterior al equipo pero nuestra petición no fue atendida y siguieron con el nuevo dedazo.
Es nuestro derecho legítimo exigir que no se desmantele el proyecto educativo en el que nosotros creímos por culpa de un dedazo para nombrar a directoras que no cuentan con el apoyo mayoritario de la comunidad educativa.
Es nuestro derecho legítimo tener voz y voto en el nombramiento del cargo de director del centro y defender la libertad educativa y la independencia de los centros públicos.
¿Hasta cuándo este atropello de nuestros derechos? Nos tememos que para el nuevo curso la actual directora nombrada a dedo revalide su plaza al haber acumulado experiencia y méritos tras su nombramiento “de urgencia”. Por eso queremos llevar de nuevo nuestra voz a la Asamblea de Madrid para que los grupos políticos se posicionen y defiendan la libertad educativa. Contamos con vosotros: sólo necesitamos 500 firmas. Apoya y comparte esta petición para hacerlo posible.