Pregunta para Asamblea de Madrid
¿Cuándo van a fomentar la educación afectivo-sexual en las escuelas, tanto en la educación secundaria como en la primaria?
Me llamo Aída, soy de Madrid y soy psicóloga especialista en sexología y educación sexual, relaciones de pareja y psicología general sanitaria. Hay la tendencia generalizada de pensar que la educación sexual tiene que ver con conocer el aparato reproductor, tener relaciones sexuales y tomar precauciones.
Sin embargo, la sexualidad es mucho más que todo eso: no se trata tanto de enseñar a los adolescentes a tomar precauciones en las relaciones sexuales, sino más bien animar a preguntarse por qué lo hacen, por qué eligen a esa persona, que se planteen si realmente es lo que quieren, identificar situaciones de abuso, etc.
La forma de relacionarse con otras personas dice mucho de su autoestima, su autoimagen, dependencia emocional, y todo eso se trabaja desde la educación sexual. Por eso, en este sentido, me gusta más hablar de educación afectivo-sexual, ya que la parte afectiva, tanto hacia otras personas como hacia uno mismo, es un componente clave en las relaciones interpersonales.
He trabajado con adolescentes, dando charlas y organizando talleres y debates. En general, veo que los referentes que tenemos no son reales, empezando por la pornografía, pero también las películas románticas, los reality shows o las redes sociales. Estos referentes hacen que crezcamos con una idea errónea de lo que son las relaciones sexuales.
Con esto no quiero decir que se tengan que prohibir todos estos referentes, pero sí creo que los adolescentes deberían tener más información y más herramientas para que, a la hora de decidir consumir un producto o tener una relación, lo hagan desde el conocimiento y el respeto, tanto hacia él mismo como hacia la otra persona.
Algo que también me preocupa es que esta información llega tarde: los alumnos llegan a la adolescencia con mucho desconocimiento, y en esta etapa es más difícil que interioricen cierta información. Por eso la educación afectivo-sexual debería tener lugar desde la infancia.
Insisto en el concepto “afectivo-sexual” precisamente para dejar claro que no es una cuestión de enseñar a los niños y niñas a tener relaciones sexuales, sino de que aprendan a relacionarse desde la empatía y el respeto, a poner límites y respetar los de los demás.
Es por todo esto que quiero dirigirme a los miembros de la Asamblea de Madrid, ya que soy de Madrid y son mis representantes en dicha cámara, para que desde los centros escolares se fomente la educación afectivo-sexual, tanto para los alumnos que están en la adolescencia como los que están en la infancia.
La forma que tenemos de relacionarnos dice mucho de la sociedad en que vivimos. Si desde la infancia y la adolescencia tenemos las herramientas para tomar decisiones de forma libre y respetuosa, podremos ahorrarnos muchas situaciones incómodas, de desequilibrio de poder o incluso de violencia.