En el año 2004 el Observatorio Vasco de Inmigración realizó su primer anuario sobre la inmigración en el País Vasco, que se centró sobre todo en la recopilación estadística en torno al fenómeno migratorio. Desde entonces son muchos los que han venido al País Vasco en busca de una mejor calidad de vida. Se hace alarde de las políticas de acogida que tenemos en el País Vasco. Aun así, leemos otra vez titulares como este.

Somos Irungo Harrera Sarea, el colectivo de personas de apoyo a personas migrantes en Irun. Somos una red de más de 100 personas que nos comenzamos a organizar de forma solidaria en verano de 2018, debido a la situación de los migrantes que se encontraban abandonados y sin derechos en la estación de tren de Irun. En la frontera. Creemos que todas las personas tienen derecho a una acogida digna.

Pasan diariamente decenas de personas por Irun, intentando cruzar la frontera para llegar a Francia. La Cruz Roja ofrece cobijo y comida los primeros días, pero es algo temporal. Un joven de 18 años, al estar a la espera de ser admitido en el programa que lleva a cabo CEAR y tras pasar una noche bajo la lluvia y frío en Donostia, decidió protegerse dentro de un contenedor de basura. 

Cuando de madrugada el camión de la basura volteó el container, el joven cayó dentro del camión quedando enganchado en el mecanismo de la zizaya. Gracias a que pudo gritar, el operario paró la maquinaria y se pudo salvar su vida.

Es un ejemplo de lo que sufren las personas migrantes que llegan a nuestro país. Deberíamos tener la obligación de ayudarles en su tránsito. Otro joven ha sufrido esta vez los daños colaterales de no tener políticas de acogida dignas y para denunciarlo compartimos este escrito. Exigimos al Parlamento del País Vasco más políticas de acogida, asilo y cuidado de las personas migrantes que pasan o que se queden en nuestros territorios.