La negativa del PNV a compartir la información sobre desahucios nos resta margen de maniobra para evitar que a la gente se le expulse de su vivienda
El Ayuntamiento de Bilbo, al que se supone que tiene una postura contra los desahucios, sí conoce cuántos se van a producir de antemano en la ciudad. Tras el suicido en marzo de 2013 de un vecino de Ibarrekolanda cuando iba a ser desahuciado el Ayuntamiento, a petición de los grupos políticos, puso en marcha un servicio de mediación que, en principio, tiene relación directa con los juzgados y conoce de antemano la información.
El problema reside, como en la mayoría de asuntos de este Ayuntamiento, en que el PNV no comparte la información, en este caso de los desahucios, con los grupos de la oposición, por lo que en la mayoría de las ocasiones conocemos los casos a través de las denuncias directas que nos hacen llegar las propias personas que van a ser expulsadas de sus viviendas u organismos sociales que luchan contra la exclusión social y los desahucios. Falta de información que nos resta margen de maniobra para poder llevar a cabo una tarea más eficaz para evitar que a la gente se le expulse de su vivienda y se quede en la calle.
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