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Me llamo Alejandra, soy de Madrid y soy psicóloga deportiva y entrenadora de baloncesto. Desde pequeña siempre he sido muy deportista: jugué al fútbol hasta los 15 años. Ya entonces empecé a ver todas las barreras que tenemos que derribar las mujeres deportistas. Por ejemplo, mi entrenador me decía que no podía jugar al fútbol, que era un deporte para chicos, no para chicas.

Luego fui a un instituto donde el baloncesto era como una religión, con equipos en liga ACB y Liga Femenina, y siempre me empapé mucho de este deporte. Llegué al final del bachillerato teniendo muy claro que quería dedicarme a algo que tuviese que ver con el deporte. Finalmente estudié psicología y, a partir de ahí, todo lo orienté hacia la psicología deportiva. También me formé como entrenadora de baloncesto y, a día de hoy, me dedico tanto a la psicología deportiva en el mundo del baloncesto como a entrenar.

No es ninguna novedad que el deporte es un campo todavía muy masculinizado, donde las mujeres tenemos que superar muchos más obstáculos. Por ejemplo, hay determinados deportes en los que las ligas masculinas se consideran profesionales y las femeninas, no. Así, es muy complicado que una niña o una chica se plantee la posibilidad de dedicarse a un deporte.

Hace un par de años trabajé en Galicia con un equipo femenino de baloncesto. Muchas chicas con las que estuve, a pesar de ser buenísimas jugando, se venían abajo por no encajar con los cánones de belleza impuestos, por no tener los mismos cuerpos que las otras chicas de su clase. En este sentido, no les compensaba tener éxito a nivel deportivo si lo tenían que pagar con no encajar a nivel estético. ¿Esto ha ocurrido alguna vez entre chicos, que no quieran seguir con un deporte por cómo se ven sus cuerpos?

Con esto quiero decir que la presión con la que crecemos las mujeres para encajar en un canon de belleza nos condiciona en muchos ámbitos, entre ellos, el deporte. Por eso es importante trabajar para fomentar la diversidad corporal, enseñar que todos los cuerpos son válidos, así como enfocar el cuerpo desde una perspectiva más funcional que estética, especialmente entre las chicas.

Los medios de comunicación tienen un papel muy importante en la visibilización del deporte femenino. Si el 80-90% de la sección de deportes es masculino (del cual otro 80% es fútbol); si casi no se da visibilidad a los logros en el deporte femenino (como el Barça femenino, que ha ganado la Champions hace poco), y si encima se habla de las deportistas más por su vida personal, su aspecto físico o su forma de vestir, difícilmente una niña se interesará en el deporte, ya que crecerá sin esos referentes, y mucho menos se animará a ser deportista de mayor.

Es por todo esto que quiero dirigirme a los miembros del Parlamento Europeo, ya que se trata de un problema estructural e internacional, para que se fomente el deporte entre las niñas y las adolescentes de forma transversal.

Si solo actuamos desde un ámbito, como la educación, las federaciones deportivas o los medios de comunicación, seguramente consigamos avanzar muy poco. Por eso hay que abordarlo de forma transversal, tocando todos los sectores implicados, para poder avanzar más rápido hacia la igualdad, tanto en el deporte como en general.

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What is the European Parliament doing to promote sport among girls and female adolescents?

My name is Alejandra, I’m from Madrid and I am a sports psychologist and basketball coach. It’s no news that sport is still a highly masculinized field, where women have to overcome many more obstacles. For example, there are certain sports in which the men's leagues are considered professional and the women's leagues aren’t. Facing this situation, it’s very difficult for a girl to consider the possibility of dedicating herself to a sport.

This is why I want to address the members of the European Parliament, since it's a structural and international problem, to ask them to take measures in order to promote sport in a transversal way among girls and female adolescents.

If we only act from one area, such as education, sports federations or the media, we will surely achieve very little progress. That’s why it must be approached in a transversal way, including all the sectors involved, in order to move faster towards equality, both in sport and in general.