Pregunta para Parlamento de Catalunya
Mi nombre es Álex y tengo una parálisis cerebral. ¿Cuándo se aplicarán verdaderas políticas de inclusión para mejorar nuestra calidad de vida?
Me llamo Àlex, tengo 24 años y vivo en Pineda de Mar (Barcelona). Soy estudiante de Educación Social, deportista de Crossfit y, aparte de todo esto, nací con una parálisis cerebral. Desde hace años lucho por romper el estigma y fomentar la inclusión en la sociedad.
Mi madre estaba embarazada de gemelos cuando sufrió una amenaza de aborto. Por suerte, logró salir adelante, y mi hermano y yo nacimos sin problemas. Fue a los 3 meses de edad cuando se dieron cuenta que algo no marchaba bien, ya que mi hermano podía hacer cosas que yo no. Los médicos me sometieron a infinidad de pruebas, y se dieron cuenta que tenía una taca en el cerebro, que podía desaparecer o quedarse. Y se quedó.
Desde pequeño sabía que tenía un problema, pero no era consciente de que ese problema podía limitarme en un futuro. Yo tuve una infancia en toda su plenitud, mi entorno se adaptó a mí y fui un niño muy feliz.
Quizás la sobreprotección de mi entorno fue lo que no me dejó ver la realidad. Durante los años de pre-adolescencia empecé a ver que la gente me trataba diferente, que no me miraban igual que al resto de niños. Quizás el tenerlo todo hecho en mi infancia jugó en mi contra, en cuanto crecí y vi lo que de verdad implicaba mi condición. Pasé unos años un poco difíciles, aceptando la realidad y pasando por cinco operaciones, que nunca son plato de buen gusto para nadie.
A partir de los 18 años empecé a ser yo otra vez. He estudiado mucho en mi vida: tengo un grado medio de administración, un grado superior en educación social y actualmente estudio Educación Social en la Universidad. Encontré mi vocación gracias a mi psicóloga, que también iba en silla de ruedas. Fue toda una inspiración para mí. Desde entonces, me siento afortunado de haber encontrado mi vocación en la vida y la Educación Social me apasiona.
El deporte siempre ha formado parte de mi vida. He hecho rehabilitación, pero nunca he sentido la motivación suficiente para hacer deporte, hasta hace un tiempo, cuando asistí con mi hermano a un centro de CrossFit, y la verdad es que ¡me encantó! Al principio, la gente me miraba de forma extraña, ya que les sorprendía que alguien como yo hiciera CrossFit, pero poco a poco fui mejorando.
A lo largo de los años, he ido viendo que hay muchas limitaciones en el día de las personas con movilidad reducida. En primer lugar, tenemos serias dificultades para movernos con comodidad en las ciudades. Para mí es todo un reto coger el tren o el metro, todavía no hay las suficientes instalaciones adaptadas a nuestra condición. Pero más allá de los limites arquitectónicos, nuestras limitaciones se encuentran sobre todo en los estereotipos y las etiquetas sociales. Ir con silla de ruedas no me define, soy mucho más que eso. He tenido una vida plena, y la silla de ruedas me ha hecho ser quien soy.
En el ámbito laboral, las empresas tienen un porcentaje reservado al contrato de personal con algún tipo de discapacidad, el cual no utilizan. He intentado buscar trabajo varias veces, y no he tenido éxito. Eso me hace pensar que la gran parte de las empresas no cumplen con este deber.
Ante toda esta situación, siendo de Pineda de Mar (Barcelona) me gustaría pedirles a los políticos del Parlament de Catalunya que cuándo se aplicarán verdaderas políticas de inclusión, reales y establecidas. Parece que la palabra “inclusión” está en boca de todos, pero se queda en eso, una palabra.