Mi nombre es Alina, y con 28 años fui detectada de cáncer de mama.

La situación en la que me encontraron el cáncer fue auténticamente de causalidad: yo me sometí a una reducción de pecho y, y ya en la biopsia resultante de la operación, me informaron de lo que tenía.

El tipo de cáncer que me habían detectado era muy agresivo ya que, en su mayoría, las mujeres que lo padecen no lo superan. Esto es debido a que se suele encontrar muy tarde, cuando ya ha causado metástasis, por lo que el hecho de que a mí me lo detectaran tan pronto y de forma tan fortuita es casi una bendición.

No necesité quimioterapia, aunque sí unas pastillas que inhibieran las hormonas femeninas de las que se alimentaba el cáncer.

En las pruebas de genética resulté positiva (yo ya sabía que mi abuela materna había padecido cáncer de mama), por lo que me aconsejaron que me hiciera una mastectomía, algo que acepté al momento.

La mastectomía fue seguida de una reconstrucción de ambas mamas, y aunque hasta el momento todo había resultado perfecto y rápido, tuve un problema en la mama sana que derivó en una trombosis. Me sometieron a muchas operaciones para acceder a la vena afectada, y tuve incluso que revertir la reconstrucción del pecho.

Sin embargo, tras varias conversaciones con mi cirujano me recomendó que volviera a reconstruir la mama del músculo dorsal, cosa que acepté y que, hasta día de hoy, continúa.

Mi experiencia con el cáncer no ha sido tan traumática por el cáncer en sí, sino por las consecuencias derivadas de las intervenciones del mismo. Estoy muy dolorida por todas las operaciones a las que me he sometido, y actualmente me encuentro de proceso de pedir algún tipo de incapacidad.

Sí quiero hacer hincapié en la importancia de un diagnóstico temprano ya que, como he explicado, lo mío fue completamente fortuito y, de no haber sido así, probablemente no lo estaría contando.

Teniendo en cuenta que yo ya tenía antecedentes familiares, sería conveniente que la sanidad pública prestara más importancia a esos datos e hiciera pruebas de forma más periódica. Con la cantidad de tejido mamario que yo tenía, habría sido imposible que yo me lo hubiera detectado sola, así que solo puedo estar agradecida por la enorme suerte que tuve de haber sido diagnosticada a causa de la reducción.