Pregunta para Asamblea de Madrid

La unidad específica para trastornos de la conducta alimentaria del Hospital Niño Jesús de Madrid tan sólo tiene 17 camas: ¿Por qué no amplían el número de plazas para atención a los TCA?

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Almudena Moya Pregunta de Almudena Moya

A día de hoy, con 27 años, puedo decir que estoy recuperada de un trastorno de la conducta alimentaria que padecí de los 13 a los 20 años. Mi nombre es Almudena Moya, soy de Madrid y, aunque cada persona lo vive en unas condiciones diferentes, sé que hablo por todas cuando digo que la lucha con el TCA es una lucha contra ti misma y contra tu entorno. 

Precisamente, fue mi entorno académico el que dio la alarma de que tiraba la comida y mi aspecto físico estaba cambiando, y se lo notificaron a mis padres. Estuve un año merodeando con la enfermedad, sin ser consciente de lo que me pasaba, hasta que mi madre me llevó a un psiquiatra privado. Ambas salimos llorando de la consulta pero, ahora sé, la importancia que tuvo poder tener la oportunidad de recibir un tratamiento adecuado gracias al diagnóstico relativamente precoz. 

El diagnóstico del profesional fue mi ticket de entrada a una recuperación adecuada que me permite hablar de mi TCA en pasado. Gracias a esa oportunidad, que debería ser un derecho que no todas tienen, me recuperé. Pienso en las familias que no pueden costearse esa consulta al psiquiatra privado que mi madre pagó, e insisto, en que la salud mental necesita recursos para agilizar los procesos de diagnóstico y tratamiento. En muchos casos, es una cuestión de vida o muerte.

Cuando me ingresaron en la Sala Santiago del Hospital Niño Jesús, mi vida se paralizó, me privaron de todos los contactos del exterior. Recuerdo que me sentía desorientada, no llegaba a entender qué me pasaba y quería recuperar mi vida. Pero también me sentía avergonzada, tanto que les hice prometer a mis padres que dirían que yo estaba ingresada por una neumonía. 

Fue muy duro porque, además, en las plantas de salud mental de los hospitales, no importa qué trastorno padecieses, estábamos todos juntos. No ayudaba tener que compartir habitación con un paciente que estaba peor que tú, podía afectar de manera negativa a tu recuperación.  

La sala en la que estuve ingresada durante dos meses cuenta con tan sólo 17 camas. Las plazas para atención de trastornos de la conducta alimentaria son insuficientes para toda la Comunidad de Madrid, por eso las esperas son tan largas. Estuve un año hasta poder ingresar. Después de mi hospitalización, continué con el proceso de asistencia a grupos de apoyo y el seguimiento psicológico. Mi padre pidió una excedencia en el trabajo durante ese año para acompañarme; detalles como este, evidencian la importancia del entorno en la recuperación. 

Son tratamientos muy largos, con recaídas. Más o menos el alta me la dieron con 20 años. Di con un psicólogo muy bueno que me ayudó muchísimo a pesar de que una vez cumplí la mayoría de edad debería haber dejado de atenderme ya que el hospital al que acudía sólo atiende a menores. Un gran problema es que los adultos tienen muchísimas dificultades para acceder a unidades de atención específicas para TCAs. Mi amiga Marta, por ejemplo, como era mayor de edad, estuvo al borde de la muerte sin recibir atención hasta el último momento que entró en el Sant Joan de Deu, en Barcelona. 

Ante la falta de plazas de atención especializada en TCA, muchas personas se ven obligadas a costear una asistencia privada. Aunque tampoco consiguen la atención adecuada, porque una o dos visitas al psicólogo a la semana no es suficiente. Es necesario un ingreso en unidad especializada y un tratamiento constante para curarte del TCA. Por ello es tan importante que haya más plazas para atender a personas con TCA, plazas para atender a menores pero también a mayores de edad. 

Dirijo mi campaña a los políticos de la Asamblea de Madrid, el proceso de recuperación de un TCA es largo, pero no imposible. Para ello, la sanidad pública debe garantizar acceso precoz y continuado a una asistencia adecuada para todas las personas que lo necesiten. ¿Por qué no amplían el número de plazas para atención a los TCA?

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