Me llamo Isabel ( en redes sociales soy @Lucaperrodeasistencia ) y tengo 44 años, desde hace doce años soy paciente de dolor crónico de espalda por síndrome de cirugía fallida con fibrosis postquirúrgica. Esta situación que vivo a diario hace que tenga reconocida una incapacidad laboral y un grado de discapacidad del 76% con movilidad reducida. Al margen de los tratamientos farmacológicos con morfina y del implante de mi neuroestimulador medular, mi mejor aliado para mejorar mi autonomía personal, se llama Luca, un Golden Retriever. Luca es mi perro de asistencia en formación, pero es mucho más que un perro de compañía.

A mi anterior trabajo como secretaria de alta dirección sumé una nueva profesión: también soy monitora de educación canina y  estudié para especializarme un curso de entrenador de perros de asistencia. La mayoría de la gente desconoce que estos canes no sólo ayudan a las personas con discapacidad visual -los perros guía-, sino que en total hay cinco tipos de perros de asistencia. Los perros de asistencia pueden marcar una gran diferencia en la vida de las personas con diversidad funcional y desde mi posición, lucho y quiero seguir luchando porque todo el mundo sepa de su existencia y utilidad.

Llevo desde 2015 con la compañía y la ayuda de Luca para sobrellevar mi enfermedad y no quiero dejar de luchar por la cantidad de personas que tienen una discapacidad y desconocen la existencia de estos perros que podrían cambiarle la vida. En la Comunidad de Madrid, precisamente en 2015, se aprobó una Ley 2/2015, de 10 de marzo que reconocía el acceso público a cinco tipos de perro de asistencia (Perro Guía (Invidentes) - Perro Señal (Sordos) - Perros de Servicio para Movilidad reducida (Ejemplo: Dolor Crónico con movilidad reducida) - Perros de Alerta Médica (Diabetes 1, Epilepsia) - Perros de Servicio para niños con Autismo (PSNA).

También quiero poner de relieve la falta de subvenciones públicas para los perros de asistencia. La homologación y adiestramiento de un perro de asistencia es un proceso complejo que suelen gestionar fundaciones que se encargan de buscar un perro que se adecúe al perfil de la persona que lo necesite, los costes totales oscilan entre los 7.000 y los 15.000 euros. Si no puedes financiarlo con tus propios recursos la otra opción es conseguir un patrocinio, pero estas posibilidades excluyen a muchas personas que no tienen posibilidades económicas.

Sin embargo, además de la falta de subvenciones, cada comunidad cuenta con una regulación distinta en cuanto a perros de asistencia, algo que hace aún más complejo el acceso a estos animales. Sin casi publicidad institucional sobre este servicio, sin subvenciones suficientes y sin una normativa clara y unificada miles de personas que podrían verse muy beneficiadas de la ayuda y la compañía emocional de estos perros se quedan sin ellos y hasta desconocen su existencia.

Es necesario que entre todos fomentemos la empatía con las personas que necesitamos estos perros de asistencia. Si todos los canes fueran adiestrados de forma correcta y existiera una conciencia social sobre este asunto, no nos encontraríamos con situaciones en las que vemos rechazados nuestro acceso a establecimientos o servicios de transporte por el simple desconocimiento que sigue existiendo.

Por todo esto, quiero contar con vuestra ayuda para que los grupos políticos de la Asamblea de Madrid sean conscientes de la necesidad de mejorar el servicio de perros de asistencia para se informe a la ciudadanía de que existen estos cinco tipos, que ninguna persona quede excluida por sus recursos económicos y se luche por crear una normativa única y clara en todo nuestro país. Sólo necesito que firméis y compartáis esta petición para llegar a las 500 firmas y conseguir una respuesta.