Pregunta para Cámara de Diputadas y Diputados de Chile
Es urgente proteger la vida de las y los activistas medioambientales y para eso necesitamos que se firme el acuerdo de Escazú ¡ahora!
Soy Alonso, activista y educador socioambiental. Participé en el equipo territorial de Escazú Ahora Chile, además de trabajar en diferentes organizaciones territoriales dedicadas a la protección ambiental y también en la COP25 (antes de que se suspendiera). Hice varias charlas en colegios, escuelas y universidades sobre la importancia del acuerdo de Escazú y el rol de la educación ambiental en Chile. Estoy convencido que si las temáticas ambientales y la necesidad de firmar Escazú se vuelven demandas ciudadanas masivas, se logrará presionar a las y los representantes políticos para que se firme el acuerdo, protejamos la vida de las y los activistas y avancemos a una sociedad con un modelo de desarrollo sostenible.
Es muy importante hacer que las personas empaticen, pasarlo de voz en voz y generar un movimiento masivo en torno al acuerdo de Escazú. Ahora ¿por qué es tan urgente? Este acuerdo viene a proteger y defender los derechos humanos de las y los activistas en América Latina, además de garantizar el acceso a la información medioambiental, a la participación pública y el acceso a la justicia en asuntos ambientales. Durante el primer gobierno de Sebastián Piñera, este tenía la intención de firmarlo, pero luego no lo hizo porque según el gobierno no era favorable para la política chilena, instalando así una serie de mentiras al respecto, como por ejemplo que Chile podría perder el mar ante Bolivia. Se aprovecharon de la ignorancia de las personas, por eso es tan importante educar sobre el tema.
Hay personas que luchamos por un desarrollo sustentable, por el respeto y protección de los diferentes ecosistemas y nos dedicamos a esto. Pero las causas ambientales tienen que ser causas de todas las personas, porque no solo son ambientales, también son sociales. Afectan la calidad de vida de todas y todos. Este mundo en el que vivimos es el que vamos a heredar a las próximas generaciones, incluyendo sus problemas, por eso tenemos que actuar ahora.
Actualmente vivimos de una economía monopólica y dependiente del extractivismo, las mayores ganancias en Chile provienen de la pesca (de salmón principalmente), de la minería y la celulosa, por eso es tan coincidente que existan tantos conflictos de interés en la zona de la Araucanía. Este modelo extractivista fue instaurado a partir de la elaboración de nuestra vigente carta magna: la constitución de 1980. Durante aquellos años la dictadura estableció los cimientos para un modelo económico basado en el extractivismo, y esto permitió que, una vez retornada la democracia, los gobiernos de la Concertación terminarían por vender Chile. Nos llenamos de empresas extranjeras y los intereses económicos empezaron a perjudicar a las personas que habitan los diferentes territorios donde hoy operan las grandes industrias. Se pensaba que se generarían ganancias, pero se generó pobreza y desigualdad.
Las empresas instaladas en zonas como Quintero, Ventanas y Puchuncaví están afectando la vida de las y los habitantes. Muchas personas se tienen que ir de ahí porque las empresas dejan un basural de contaminación, hacen que el mar pierda sus recursos, el aire queda muy contaminado y las personas que han vivido en esas zonas toda su vida son sometidas a condiciones de vida deplorables. Por lo mismo, y pensando en la salud de las y los niños, muchos habitantes deciden dejar sus casas, su historia e irse de aquellos lugares. Pero al mismo tiempo, quienes luchan por defender los territorios son amedrentados/as, violentados/as y asesinados/as. Está el caso de Macarena Valdés, quien, por defender su territorio, Tranguil, de las ambiciones de una empresa, fue encontrada asesinada fuera de su casa. Y ese caso no es el único, esto también pasa en otros países de Latinoamérica como Colombia, Perú y Argentina.
Para proteger la vida de las y los activistas necesitamos que se firme Escazú en Chile y en toda Latinoamérica, porque es la región con más número de asesinatos a activistas ambientales. A quienes los/as encuentran muertos/as y nadie se hace cargo, el Estado las y los olvida y eso los hace partícipes de la violencia.
Si bien los candidatos presidenciales de izquierda declararon que de salir electos firmarán el acuerdo, no se puede tener certezas, porque no se mandan solos. Hay senadores, diputados y diputadas que pueden bloquear esta firma. Por eso la presión social es tan importante y en ese sentido la educación ambiental es fundamental para comprender lo que puede pasar en el mundo, lo que está pasando hoy, si no consideramos los derechos medio ambientales en la toma de decisiones.
Greta Thunberg, una activista menor de edad -en ese entonces- se paró fuera del Congreso en Suecia con un cartel y desencadenó todo un movimiento global. Tenemos que lograr ese nivel de movilización y sensibilidad.
Yo me pregunto ¿estarán dispuestos/as las y los representantes políticos del país a hacer una modificación curricular y darle cabida a la educación ambiental en el sistema educacional chileno y así, permitir democratizar el acceso a la información socio-ambiental? ¿Están realmente comprometidos/as con los derechos humanos? ¿O seguirán adelante sin mirar la violencia que enfrentan cotidianamente las y los activistas ambientales por proteger los territorios? Recién cuando se firme el acuerdo de Escazú, daremos un paso más a una democracia real.
Necesitamos el apoyo de todas y todos ustedes, ya que, si conseguimos 400 apoyos, esta petición llegará a las y los parlamentarios de la Cámara de Diputadas y Diputados y nos tendrán que dar una respuesta en esta misma web. Ayúdanos haciendo clic en el botón “apoyar” y difundiendo.