Pregunta para Congreso de los diputados
Tengo parálisis cerebral espástica. ¡Es muy importante que le enseñemos a los niños que todos somos iguales! Ante eso, ¿Cuándo va a haber más medios para las personas con movilidad reducida?
Hola. Me llamo Aminatou Mohamed, tengo 26 años y tengo parálisis cerebral espástica.
Esta patología la tengo desde mi nacimiento, se me quedó enredado el cordón umbilical en el cuello y estuve 15 minutos sin respirar.
Mi día a día es como el de cualquier otro adolescente de mi edad. Mi patología no influye en mi comportamiento y, por suerte, no tengo dolencias. Además, no tengo que tomar ningún tratamiento para la enfermedad.
La parálisis cerebral espástica es el tipo de parálisis cerebral más común. Afecta a aproximadamente el 80% de las personas con parálisis cerebral.
Las personas que tienen este tipo tienen mayor tono muscular. Esto significa que sus músculos están rígidos y que, en consecuencia, se mueven con dificultad. La parálisis cerebral espástica generalmente se describe por la parte del cuerpo afectada:
- Displejia y diparesia espástica: Con estos tipos de parálisis cerebral la rigidez muscular se presenta principalmente en las piernas y menos en los brazos o no los afecta en absoluto. Las personas con diplejía o diparesia espástica podrían tener dificultad para caminar porque la rigidez de los músculos de la cadera y las piernas hace que las piernas se junten, se giren hacia adentro y se crucen a la altura de las rodillas (lo que se conoce como marcha en tijeras).
- Hemipejia y hemiparesia espástica: Estos tipos de parálisis cerebral afectan un solo lado del cuerpo y, por lo general, más el brazo que la pierna.
- Cuadriplejia y cuadriparesia espástica: Estos son los tipos de parálisis cerebral espásticas más grave; afectan las cuatro extremidades, el torso y la cara. Las personas con cuadriplejia o cuadriparesia espástica por lo general no pueden caminar y suelten tener otras discapacidades del desarrollo como discapacidad intelectual, convulsiones, o problemas de la visión, el oído o el habla.
A nivel social, en ocasiones sí he vivido momentos extraños, como, por ejemplo, ir a un bar sola o coger un autobús donde me han mirado como si yo no pudiera estar sola debido a mi enfermedad.
A mí me molesta que me traten diferente sin antes conocerme. Me gustaría que la gente se diera cuenta de que, aunque tenga una discapacidad física y verbal, soy igual que los demás.
Siempre hay que aprender a conocer otras personas con y sin discapacidad y, sobre todo, hay que dedicar tiempo a escuchar a todo el mundo.
Por todo lo plasmado, lanzo la siguiente petición al Congreso de los Diputados para que haya más visibilidad e investigación para la parálisis cerebral espástica.
De igual forma, es necesario que se les enseñe a los más pequeños, a través de los centros educativos en su base emocional, que hay mucha gente diferente, pero que todos somos iguales.
Por último, y muy importante, queremos que haya más medios para las personas con movilidad reducida. Todos tenemos los mismos derechos y todos queremos hacer las mismas cosas, por eso las posibilidades deben ser similares para toda la sociedad.