Somos Ana y Elena, vivimos en Valencia y Málaga respectivamente. Somos psicólogas, sexólogas y especialistas en terapia de pareja. Nos conocimos en un máster en Málaga, y en mayo de 2019 creamos nuestro proyecto “erótica y mente”.

Esta idea surgió porque ambas teníamos la necesidad de transmitir información veraz y científicamente contrastada sobre los temas relativos a la sexualidad. Sentimos que la gente tiene poca formación, y al fin y al cabo, somos seres sexuados.

Hemos dado algunos talleres en Málaga, y ahora nos han contactado desde varios ayuntamientos de Valencia. En estas charlas hemos visto que los chicos y chicas tienen curiosidad por aprender. 

Hemos observado que entre los jóvenes tienen, cada vez más, referentes que no se asemejan con lo que luego encuentran en la vida real. De hecho, cada vez vienen más chicas jóvenes a consulta que se encuentran frustradas porque no entienden lo que pasa en su cuerpo cuando tienen relaciones. 

Recuerdo que en nuestra época de estudiantes se daba una charla sobre las enfermedades de trasmisión sexual. Nos educaban desde el miedo. La educación sexual no debería ser un taller o una charla, sino una asignatura.

Hemos visto que los chicos y chicas tienen información sobre el uso de preservativo, pero no saben cómo identificar si se encuentran en una relación tóxica  o cómo hablar del placer. Esa parte se les queda coja, y también forma parte de la educación sexual.

No podemos dejar que este tema dependa de cada colegio. La educación sexual debería estar ajustada a la edad de los niños y a su capacidad de entendimiento. Por ello, pedimos al Congreso de los Diputados que incluyan una asignatura dentro del plan de estudios donde se dé educación sexual.