Me llamo Anabel, tengo una hija adolescente y no recibo ningún tipo de ayuda. Fui víctima de violencia de género y me divorcié hace unos años; me fui de casa huyendo de toda esa situación y fue mi ex marido el que se quedó con la casa. Mi sueldo es medio, y con ello, tenemos que vivir la niña y yo. Recibo una pequeña pensión para ella, pero también tengo que pagar el alquiler del piso en el que ambas residimos.

Mi hija acude desde siempre a un colegio concertado, el cual no he querido que abandone, ya que bastante cambio es un divorcio, como para que también tenga que enfrentarse a un centro nuevo y a tener que hacer amigos nuevos. Vivimos con unos 1300 euros al mes cuando el alquiler ya asciende a unos 600; además, no recibimos ni la beca comedor, el ayuntamiento de La Coruña te cuenta los ingresos, no todo lo que tengas que gastar. A eso súmale coche, colegio… es bastante duro llegar a fin de mes con estas condiciones.

Necesitamos visibilidad y que revisen las ayudas, que para concederlas no miren solo los ingresos, sino el nivel de gastos que tiene una familia. Estas medidas pueden facilitarnos mucho las cosas a las personas que estamos en estas condiciones. Finalmente, incidir en el elevado precio de los alquileres, y solo conceden ayudas a los menores de 30 años, cuando al cumplir dicha edad, tu salario no asciende.