Me llamo Andrea y vivo en Ibiza. A principios de 2019 me noté un bulto pequeño pero muy duro en el pecho. Decidí acudir al médico y después de que me realizaran un seguido de pruebas, me diagnosticaron un cáncer de mama her2 negativo en estadio inicial y con buen pronóstico. Los médicos que tenían que tratarme necesitaron dos o tres meses a decidir qué tratamiento me funcionaría mejor. Finalmente decidieron derivarme a Palma de Mallorca y practicarme, directamente, una operación. Me hicieron una mastectomía en el pecho afectado y una mastopexia en el otro y también me practicaron la reconstrucción. Por otro lado, me hicieron la prueba genética para saber si el cáncer que padecía era hereditario, ya que tengo antecedentes familiares, pero salió negativa.

Antes de la intervención quirúrgica me ofrecieron la opción de congelar óvulos y decidí hacerlo. Entonces tenía 35 años y considero que me dieron poca información relacionada con el proceso en cuestión. Por aquel entonces yo quería ser madre y ahora, debido a que tengo que tomar medicación hormonal por 5 años, no podré probarlo hasta que tenga 40 años. Además, como la extracción y la congelación me la hicieron, también, en Palma de Mallorca, tendría que ir allí para iniciar el proceso de embarazo, hecho que supone un nuevo impedimento debido a la logística.

Todo el proceso relacionado con la intervención quirúrgica funcionó muy bien, pero a los dos meses de operarme, el implante se me movió. A la vez, llegó la pandemia de la Covid-19 y todavía estoy en lista de espera para que me operen para arreglarlo; hace dos años y medio. De momento he conseguido visita con la cirujana que me tiene que intervenir y también con la anestesista, pero está siendo un proceso muy lento. Que terminen la reconstrucción mamaria para mí es importante, ya que, aunque todavía me estoy medicando para tratar el cáncer, representaría el fin de un proceso. Con mi situación de ejemplo, me dirijo a los políticos del Parlamento de las Islas Baleares, ya que son quienes me representan, para que me respondan a la pregunta concreta: ¿Por qué no se garantiza que la sanidad puede seguir funcionando aunque haya una emergencia sanitaria?