Soy Andrea, tengo 41 años y desde el año pasado estoy luchando contra el cáncer de mama.
Lo primero que quiero mostrar es mi mayor agradecimiento al equipo de sanitarios que me está atendiendo, desde mi onocólogo hasta la última de las enfermeras, celadores y demás personal sanitario. Son todos fantásticos.

Pero mi experiencia y mis problemas vienen de mucho tiempo atrás. A los 26 años me encontré un bulto en un pecho que me diagnosticaron como un fibradenoma. Es algo común y es beningno en un principio, pero hay que llevar un control. Eso no  sucedió hasta 11 años después, cuando me encontré más bultos en la misma mama. 
 

El problema es que era yo quien llevaba el control sobre los bultos de mi pecho, cuando iba a alguna revisión ginecológica no me lo palpaban. Yo tenía que pedir la ecografía mamaria que tenía que hacerme cada seis meses. Si no hubiera insistido tanto nadie me hubiera hecho ninguna prueba. Me hacía las ecografías y no me informaba ningún especialista. Tenía la sensación de que todo lo que hacía caía en saco roto, que nadie lo miraba.
 

El punto de inflexión fue el 24 de mayo de 2019: acudí a una consulta porque notaba que mi pecho había aumentado de tamaño. La doctora que me revisó me dijo que no había de qué preocuparse y que me lo sacarían después de verano. 
 

Me fui para casa pero a medida que pasaban los días, notaba como mi pecho seguía creciendo, hasta que finalmente el 11 de junio acudí a urgencias cuando me salió una mancha roja. Ese día activaron el protocolo de cáncer de mama, fue muy duro, me fui a casa destrozada pero me fui bien, porque por fin me habían mirando, me habían escuchado y me habían dicho lo que me ocurría. 

Hay muy poca escucha hasta que no hay un diagnóstico, siempre me va a perseguir la duda de qué hubiera pasado si hubiera insistido más, si me hubieran visto antes. Es algo en lo que he trabajado para superarlo. Ahora solo  importa que estoy aquí. Eso es lo que cuenta. 

Quería utilizar esta plataforma para pedir una mayor inversión de recursos en el cáncer de mama. No es permisible que no se nos realicen las pruebas necesarias para un diagnóstico precoz porque no se pueden hacer tantas  o porque no tenemos la edad que indica el protocolo. Es necesario realizarlas, invertir lo que sea necesario para que todas, cuando tengamos alguna sospecha, podamos ser atendidas de la mejor forma y con la mayor seguridad.