¡Hola! Mi nombre es Ángela, soy una vecina de Oviedo y la madre de Noa, una niña de tres años con síndrome de down cuyo derecho a la educación se está viendo vulnerado por la Consejería de Educación del Principado de Asturias.

Noa debería haber sido escolarizada en el primer curso de infantil en septiembre de este año como cualquier niña de su edad, de hecho ya teníamos seleccionado un colegio, el más cercano a nuestra casa, cumpliendo con todos los plazos exigidos.

Cuando el comité de orientación escolar evaluó las necesidades de Noa para poder recibir una educación adecuada, concluyó que necesitaría un maestro de pedagogía terapéutica, un maestro de audición y lenguaje y un auxiliar educativo. El problema fue que nuestro colegio no contaba con esta última figura.

¿Cuál ha sido la solución por parte de la administración? sugerirnos que cambiemos a Noa a otro colegio con auxiliar educativo en lugar de contratarlo para que nuestra hija tenga acceso al centro que le corresponde y cumplir con el principio de igualdad establecido por ellos mismos.

Esto supone un ataque de discriminación y capacitismo que ya ha hecho que mi hija pierda dos meses de su vida educativa. 

Quiero dirigir esta campaña a los políticos del Principado de Asturias para preguntarles por qué en nuestra Comunidad se incumple con este principio de igualdad y la propia ley por la que se establece que los centros deben adaptar los recursos a los requisitos de sus alumnos.

Después de cuatro meses la consejería ha denegado nuestro recurso y Noa sigue sin poder ser escolarizada, acudiendo aún a la guardería para poder aprovechar el máximo tiempo posible.

Esta actuación supone la vulneración de uno de los derechos fundamentales de mi hija como es la educación, además de ser un claro caso de discriminación por discapacidad, que da pie a pensar que el de Noa no es un caso aislado.

La inclusión es muy importante para avanzar como sociedad y empieza por ofrecer igualdad de oportunidades a desde la educación hasta todos los ámbitos. La única razón por la que mi hija no lleva dos meses de clase es su síndrome de down, cumplimos con todos los requisitos de cercanía, renta… por tanto es una discriminación intolerable y queremos que esto se arregle por ella y todos los niños y niñas en la misma situación. Firma y comparte la petición para que nos escuchen.