Me llamo Ángeles, soy de León, tengo 21 años y soy estudiante de Salud Ambiental. En el instituto no tuve ningún problema para sacarme los estudios, pero tengo amigos que tienen TDAH, y para ellos intentar estudiar como se ha hecho siempre (y se sigue haciendo) era muy frustrante e incluso contraproducente.

Aprenderse algo de un libro o de las clases, memorizarlo y luego “vomitarlo” en el examen no me parece el mejor método para aprender. Además, no todo el mundo tiene la capacidad de memorizar o de estudiar de esta forma.

Creo que los institutos deberían tener en cuenta las habilidades de cada estudiante para potenciar sus virtudes. No se potencia el arte ni la música, y los alumnos/as que tengan un talento muchas veces no lo pueden ver por pensar que no es una rama importante.

De hecho, si a alguien se le dan mal las matemáticas y bien la música, seguramente el profesorado y los padres querrán que refuerce las matemáticas. Tampoco se enseña a manejar las emociones personales, a manejar los sentimientos, a trabajar la autoestima y el crecimiento personal, y creo que todo esto es importante.

Ante esto, quiero dirigirme a los miembros de las Cortes de Castilla y León, ya que soy de Castilla y León y son mis representantes en dicha cámara, para que trabajen para conseguir una educación igual para todos pero diferente para cada alumno/a.

Cada persona es distinta y cada persona tiene unas capacidades y habilidades para unas cosas y dificultades para otras. Esta información tan evidente debería ser la premisa para todos los centros escolares, para que todos los alumnos encuentren su camino y nadie se sienta desamparado.