Pregunta para Senado
En plena Navidad miles de beneficiarios del Ingreso Mínimo Vital hemos visto cómo recortan nuestra prestación. ¿No había otro momento? Contamos con ese ingreso para SOBREVIVIR
Esta semana ha vuelto a ocurrir. El Gobierno ha anunciado una nueva medida social, una ayuda económica para facilitar que nuestros jóvenes puedan emanciparse. El bono del alquiler podrá aliviar la situación económica de muchas y muchos ciudadanos y toda la izquierda lo está celebrando en redes sociales. Habrá incluso muchos jóvenes ilusionados con esta perspectiva de recibir una ayuda económica para enfrentar los abusivos precios del alquiler.
Pero yo me pregunto cuánta gente de las que cumple con los requisitos se dará contra el muro de la burocracia, cuánta gente verá como su casero le sube el precio del alquiler para “compensar” esta ayuda, cuánta gente verá como desaparecen otras ayudas por recibir esta o cuánto tiempo tardará en hacerse efectiva esta medida.
Hay muchas formas de ayudar a los ciudadanos en tiempos de crisis y las ayudas económicas como el IMV (Ingreso Mínimo Vital) es una de las más básicas. Se trata de una prestación de la seguridad social para cubrir las necesidades mínimas de personas que tenemos muy pocos recursos porque nos hemos quedado sin trabajo o nuestra red de apoyo familiar no puede ayudarnos más. Situaciones de verdadera desesperación necesitan de acciones contundentes y eficaces por parte de nuestros sistemas públicos.
El IMV está en marcha desde finales de 2020 pero a día de hoy se habla mucho más de la “conquista social” que supuso la aprobación de esta medida que de la verdadera realidad. Las ayudas se eternizan en ser estudiadas y aprobadas si es el caso, se retrasan los pagos o se producen errores en el cálculo. Detrás de cada solicitante o cada prestación estamos PERSONAS esperando que nos ingresen cantidades mínimas para poder salir de nuestro bache laboral o vital y seguir adelante.
En Navidad hemos visto como muchos de los que tenemos el IMV hemos sufrido un recorte en la cuantía, han actualizado las prestaciones según los ingresos del año anterior y las bajadas se han realizado en plena Navidad. ¿No había otro momento? ¿No deberían avisar? Contamos con un dinero para SOBREVIVIR pero de la noche a la mañana la cuantía baja sin mayor explicación.
Es un verdadero infierno burocrático, nos sentimos desamparados e ignorados por la Administración cuando queremos reclamar nuestro derecho. Porque es un derecho Una ayuda pensada pensada para sacarnos de la precariedad y la desesperación consigue añadirnos una carga mental más. ¿Hasta cuándo tendremos que pelear por reclamar nuestro derecho? Muchos no tenemos fuerzas ya para hacerlo. Por eso pido un momento de vuestro tiempo para hacer llegar esta iniciativa al Ministerio de Seguridad Social y al Senado. Firma y comparte esta petición para exigir respuestas.