Tarragona, Catalunya. Mi nombre es Antonia, tengo 58 años y hace 20 años me diagnosticaron fibromialgia. Lo que posiblemente también me provocó la fatiga crónica que tengo hace 16 años y los problemas digestivos. Durante estás dos décadas el avance en cuanto a tratamientos, información e investigación casi no aumentó, y mientras tanto, cientos de personas sufrimos día a día el dolor sin una medicación adecuada. 

Todo comenzó cuando tenía 38 años y comencé con muchos dolores, los cuales yo creía que eran musculares y consecuencia de mi trabajo. Luego, también me encontré mal en las vacaciones y cuando regresé al trabajo, estaba fatal y me era imposible poder realizar las tareas. Entonces me hicieron diferentes pruebas y me diagnosticaron fibromialgia en un nivel 12 con 18 puntos. Me dijeron que era muy probable que yo ya tuviera la enfermedad mucho tiempo antes, pero la llevaba bien por mi naturaleza.

La fibromialgia es una enfermedad neurológica que es lo poco que se sabe de ella, y provoca mucho dolor; también acarrea otras enfermedades como la fatiga crónica. Lo común es que te ataca la parte superior o la parte inferior cuando empiezas con dolor. A mi  me atacó de la cintura para arriba hasta que se desparramó por todo el cuerpo. De todos modos, también tenía dolor en las piernas, pero de forma diferente. Luego, ya no hay parte del cuerpo que no te duela. Es un proceso muy difícil de asumir, ya que pasas de ser una persona activa a no poder levantar más de un kilo de peso por el dolor inmenso. Todos los aspectos de tu vida cambian, solo queda seguir luchando.

Además, me provocó insomnio y depresión. Esto último más el dolor te lleva a quedarte tirado en una cama, y es lo que hay que evitar. Hay que poner voluntad para estar en movimiento. Habrá días que podrás moverte menos que en otros, pero lo importante es hacerlo, ya que sino la fibromialgia se apodera de ti. También, es muy probable que los problemas digestivos sean consecuencia de la fibromialgia, ya que en los estudios todo me sale bien. Por mi parte, he encontrado productos alternativos que me ayudan a estar mejor. 

La enfermedad no tiene cura y durante estos 20 años la información no aumentó, la investigación ha ido muy lenta y sigue habiendo muchos profesionales que no creen en la fibromialgia. Además, la medicación que nos dan no es específicamente para está enfermedad, no nos ayuda mucho y es muy fuerte, y nos pone en un estado aletargado que no es bueno para nuestra salud

Necesitamos que crezca la investigación sobre la fibromialgia, para obtener más información y así lograr tener tratamientos adecuados y beneficiosos.

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