Me llamo Antonia y vivo en Catalunya. En 2020, justo cuando empezó el primer confinamiento derivado de la pandemia de la Covid-19, me percaté de que tenía el pecho un poco más duro del normal. Entonces decidí visitarme con la ginecóloga de la Seguridad Social, que consideró que no había de que preocuparse; que todo estaba bien. Volví a casa y estuve un año tranquila con el diagnóstico. Aun así, después de este período de tiempo, me noté un bulto en la misma mama. Consideré que era necesario que me exploraran y esta vez recorrí al servicio privado. Fue entonces cuando me detectaron un cáncer de mama que se encontraba en estadio I. Dentro de lo malo, la patología era de bajo riesgo y a partir del diagnóstico todo se aceleró. Me intervinieron quirúrgicamente dos veces en 15 días para poder limpiar la zona completamente y en estos momentos me someto a un tratamiento hormonal preventivo que, en principio, tendrá una durada de cinco años.

Aunque el diagnóstico y las operaciones me las hicieron mediante el servicio privado, de parte del seguimiento y del suministro de la medicación se encarga la Seguridad Social. Aun así, aunque hace un año que me encuentro en el proceso, todavía no he conocido de forma presencial a mi médica de cabecera. Todo contacto ha sido mediante vía telefónica. Considero que se debería de apostar para revertir el aspecto presentado; padecer un cáncer no es lo mismo que hacer frente a una enfermedad común; ni física ni psicológicamente, y las instituciones deberían de trabajar para que todos los profesionales sanitarios pudieran garantizar un seguimiento pertinente a los pacientes asignados. Esto conlleva apostar a favor de la sanidad pública, mejorando la inversión que se le destina y, por lo tanto, trabajar en pro de garantizar recursos económicos y humanos suficientes.

Es por lo presentado que me dirijo a los políticos del Parlament de Catalunya, ya que son quienes me representan, para que una vez planteada la temática, me respondan a la pregunta concreta: ¿Por qué no se apuesta a favor de garantizar una atención sanitaria pública pertinente? Además, considero imprescindible que se revise la apuesta presupuestaria pública que se destina a la investigación, aspecto primordial para avanzar hacia la curación, pero también hacia tratamientos menos agresivos y más eficaces.