Pregunta para Parlamento de Canarias
Me llamo Arturo y he estado a punto de morir por la picadura de un bicho. ¡Necesito que se me autorice el traslado de expediente sanitario para que pueda ir a un hospital de referencia y encontrar una solución a mis dolores!
Hola. Me llamo Arturo Suárez, soy de Canarias y he estado a punto de morir por la picadura de un bicho insecto, del cual todavía no me han realizado ninguna prueba para encontrar una solución sanitaria.
A fecha de hoy, solo cardiología me ha hecho la prueba del mal de chagas (chinche), mientras que medicina interna, aún estando claro cual fue el comienzo del problema, se han limitado a buscaba enfermedades comunes, y por supuesto no han encontrado nada
A finales de mayo de este año, me desperté un día y me di cuenta de que mi bíceps y tríceps del brazo derecho estaban agarrotados, me dolían muchísimo y no los podía mover. No tenía ni idea de qué podía ser, puesto que no estaba yendo al gimnasio ni estaba haciendo esfuerzo de ningún tipo. Yo soy integrador social y, en ese momento, me dedicaba a cuidar de un chaval que estaba pasando por una depresión.
A la mañana siguiente no era solo el brazo derecho, sino también el izquierdo. No los podía mover. Fui al médico y me dijo que tenía ‘mialgia’ -una afección similar a la tendinitis-, pero no podía ser dicha patología porque me estaba afectando a los 2 brazos. Ante lo extraño que era, me remitió a medicina interna, pero me dieron fecha para dos meses después.
Pasaron unos días, creo que solo fueron 3 días, y tuve que acudir a urgencias del hospital porque no podía soportar el dolor y ya en los músculos grandes de los pies también me sucedía lo mismo. En urgencias me dijeron que tenía una mialgia muy extraña y que debía ir a medicina interna, pero que hablara con atención al paciente y les dijera que no podía esperar tanto tiempo para la cita porque continuamente empeoaba.
A los 2 días descubrí que en el pie izquierdo tenía un bulto, parecía la picadura de un insecto. Con tan solo rozarme, me dolía. Así que volví a ir a urgencias, les dije que tenía un bulto y los médicos me dijeron que sí, que efectivamente parecía la picadura de un insecto.
Me remitieron a enfermería para que me abrieran la picadura y así quitar el problema, pero cuando lo hicieron, empezó un proceso de infección que no conseguían parar ni con antibioticos. El dolor era insoportable y lo peor es que la inflamación no paraba de aumentar día tras día.
En una nueva visita a urgencias decidieron que cirugía abriera más profundamente y así dar salida a la pus. Pero a los dos días -en la cura- era horrible, me salía pus de todos lados, incluso de los pinchazos donde me pusieron la propia anestesia.
El día 10 de abril acudí nuevamente a urgencias y me hospitalizaron en la planta de dermatología porque tenía casi toda la pierna con infección, todo lleno de heridas con pus. Me tenían que poner morfina antes de hacerme las curas porque el dolor era brutal. Recuerdo que apretaban por un lado de las heridas y automáticamente salía pus por la otra parte sin parar.
Una vez en planta, les pedí que llamasen a medicina interna desde dermatología, ya que se trataba de la picadura de un insecto, pero no acudieron. La primera semana de ingreso fui empeorando. En esa ocasión, acudió infecciosos de medicina interna porque ya pensaban -en dermatología- que existía gangrena y había que amputar la pierna, así que les dije que me dieran el alta porque me quería ir a otro hospital ya que allí no eran capaces de ayudarme a mejorar. Los médicos que me atendían no consintieron mi traslado y decidieron aumentar la dosis de los antibióticos que me estaban dando, por lo que estuve una semana conectado a antibiótico durante las 24 horas. En total, en esa ocasión, fueron 15 días hospitalizado, 7 días de aumento de la infección y 7 días de disminución.
Pasados esos días, me dieron el alta y me fui para mi casa. Realmente en ese momento se me fueron los dolores, solo tenía la caspa propia de la herida seca. Pero al cabo de una semana, empezó a caerse dichas caspas y nuevamente empezó a salirme pus. Los dolores me volvieron y todo comenzó a ser como al inicio.
Nadie sabía como curarme. En medicina interna que por fin me atendieron me dijeron: “Tremendo problema nos ha caído encima contigo”. Yo estaba desesperado porque era a mí al que le estaba pasando todo. Yo buscaba una solución desesperadamente. Incluso, un fisioterapeuta me dijo que me comprara una máquina específica para darme masajes con golpes y ver si mejoraban los dolores , pero los dolores se me fueron del bíceps a las manos y de los muslos a los tobillos. Ya no me podía ni mover, me tenían que trasladar.
Pero aquí no quedó todo. El 19 de abril me levanté por la noche y noté que no podía respirar, me estaba asfixiando. Llamé a un compañero para que llamara a la ambulancia y cuando llegaron, vieron que efectivamente me estaba quedando sin aire, por lo que me tuvieron que entubar de urgencia y llevarme al hospital.
Allí llamaron a mi hijo para decirle que se fuera para el hospital, puesto que su padre estaba muy grave, y le preguntaron que qué me ocurría en el corazón. Él dijo que a mí no me había ocurrido nada en el corazón anteriormente, pero la cardióloga decía que era la primera vez que veía un corazón con los musculos tan ‘destrozados’ sin que hubiera ninguna enfermedad. Me tuvieron hasta que hacer reanimación cardiaca porque, literalmente, me estaba muriendo.
Por suerte pudieron salvarme y, cuando me subieron a planta, la cardióloga nos dijo que no sabían qué pasaba, pero que lo que fuera, había tocado el corazón, se había comido parte del músculo del corazón.
Estuve hospitalizado otra vez durante unas semanas y los últimos días vino la cardióloga y me dijo que lo del corazón había sido por otra causa. Medicina interna tenía que investigar. Habían hecho muchas pruebas, incluida la que le pedimos del Mal de Chagas, pero había salido negativo.
La enfermedad o mal de Chagas es provocada por el parásito Tripanosoma cruzi. Se propaga por la picadura de los insectos redúvidos, o triatominos (chinches), y es uno de los mayores problemas de salud en Sudamérica.
Lo que parece que no entendían en medicina interna, y yo les repetían constantemente, era que si había una picadura, aunque no fuera el mal de Chagas, tenían que seguir haciéndome pruebas para saber qué me había picado.
La cardiología, viendo que medicina interna no daba una solución, pidió mi traslado a la planta de medicina interna. A la semana, me dijeron que me iban a mandar ya para mi casa porque no podían hacerme ninguna prueba más porque me habían revisado con todos los aparatos y análisis del hospital y no tenía ninguna enfermedad común, solo les quedaban una analítica más para descartar las autoinmunes. Yo les contesté: “¿Cuándo me van a comenzar a hacer pruebas para saber qué bicho me ha picado?”. Su respuesta fue surrealista. Decían que “supuestamente” eran todos los síntomas el Mal de Chagas, pero que la prueba que pidieron desde cardiología había dado negativa, y que tenían que esperar a que me ocurriera algo más, a ver si daban con una pista. ¿Algo más? ¡¿Qué quieres que me pase? He estado a punto de morirme!
En definitiva, todavía no saben qué es lo que tengo y necesito ayuda urgentemente. En estos meses ya han descartado las autoinmunes, y lo único que me han dicho es que no hace falta realizarme más pruebas porque no tengo nada. ¡Si me ha picado un insecto, ¿Porqué no buscaron de entrada ni buscan aún que dichoso bicho puede ser? ¡No perder el tiempo en buscar una enfermedad común porque esa ni fue ni va a ser la solución!
Por todo lo plasmado, lanzo la siguiente petición al Parlamento de Canarias para que me ayuden urgentemente y acepten mi petición de trasladar mi expediente a otro hospital.
Ya pedí el cambio de hospital, pero todavía no lo han aceptado. Me han dicho que tenía que esperar a que terminaran las vacaciones, pero estamos ya en septiembre y todavía no he recibido respuesta. Mi vida está en juego.
Necesito que me vean en un hospital de referencia donde traten las picaduras de los diferentes insectos. Sé que existe, sé cual es, pero nadie está haciendo nada para que yo pueda ir allí. Lo más normal es que los médicos digan: “No sabemos qué es lo que tienes, pero hay un centro especializado en picaduras, te vamos a mandar allí”. ¡Pues no, nadie lo hace!
Esto no va de egos entre médicos o cualquier otra cosa parecida que pueda estar pasando para que no me cambien de hospital, ¡no! Esto va de salvar a una persona que está muy fastidiada y que actualmente está casi incapacitada por la picadura de un bicho que nadie ha querido saber cuál es.
¡Necesito ayuda ya! Hagamos que esta petición llegue lo más lejos posible para que por fin pueda mejorar y para que nunca más ocurra una situación parecida.