Desde la Asociación de Empleados y Empleadas del Hogar de Navarra llevamos años luchando para defender nuestros derechos como trabajadoras y antes que todo, como personas. Creemos que todos los trabajadores deben tener los mismos derechos y obligaciones y por eso decidimos organizarnos. Queremos unas condiciones laborales acordes a nuestro trabajo, que el Estado nos escuche y atienda nuestras peticiones.

Entre otras, nuestras exigencias han sido:

• La necesaria convergencia con el Régimen General de la Seguridad Social y el Estatuto de los trabajadores
• El reconocimiento como cualquier trabajador con los mismos derechos, salvo contadas excepciones en que se demuestre la necesidad de mantener el carácter de relación laboral especial, en razón de la defensa de aspectos esenciales relacionados con la intimidad del hogar, los derechos fundamentales de las personas u otras causas muy especificas
• Que se de a conocer a la opinión pública y a entidades y/o asociaciones la situación de los trabajadores del hogar y la desprotección jurídica existente.
• Contribuir a configurar y fortalecer el sector de los trabajadores del hogar
• Que se celebren seminarios y mesas redondas donde los trabajadores del hogar podamos exponer nuestros problemas y opiniones
• Que la Administración Pública piense cómo llevar a cabo esas mejoras jurídicas y laborales de los trabajadores del hogar, sin que ello suponga que todo el peso recaiga en exclusiva en los propios trabajadores y las familias que las necesitan
• Que el Estado se haga cargo en lo que le corresponde, como lo es favorecer la contratación mediante subvenciones, ayudas, desgravaciones fiscales, etc, como se hace con otros empleadores o empresarios
• Que se favoreza la profesionalización del sector con la introducción de módulos formativos en el sistema educativo reglado

Pero, como si estas condiciones nefastas de trabajo no fueran poco, el gobierno de Navarra nos ha dado un golpe aún más bajo: ha eliminado la categoría de "trabajadoras sociosanitarias" para incluir a estos en la categoría, más baja, de "empleadas del hogar". Esto significa que, a partir de ahora, las trabajadoras del hogar vamos a tener que ejercer también de enfermeras y/o cuidadoras, sin tener ningún título y sin tener los conocimientos necesarios, algo que no sólo nos perjudica a nosotras, sino que perjudica también a las personas mayores, que se merecen ser atendidas por gente formada.

Desde aquí exigimos al gobierno de Navarra que de marcha atrás en su propuesta, y que en vez de perjudicarnos más, se nos sean reconocidos de una vez los derechos que nos merecemos y que llevamos pidiendo años.