Pregunta para Congreso de los diputados
¿Por qué no se destinan más recursos a crear protocolos de información sobre el autismo y a cubrir las necesidades de los pequeños con algún tipo de discapacidad cognitiva?
Soy Ernesto y hace ya más de cinco años vine con mi mujer y mis dos mellizos de ocho meses desde mi tierra natal, México, para asentarme en Madrid. Nos establecimos y comenzamos a hacer vida en este nuevo país al que nos habíamos trasladado. Comenzaba una nueva aventura para nuestra familia.
Cuando nuestros pequeños comenzaron a ir al colegio, desde el centro se nos comentó que les habían observado una falta de estimulación, por lo que los llevamos a un psiquiatra para ver que les sucedía. Este nos dijo que los niños estaban perfectos y que no nos preocupáramos.
Sin embargo, cuando los niños cumplieron los tres años, empezamos a observar comportamientos en ellos que no eran normales para los niños de su edad. Con un diagnóstico de autismo, decidimos trasladar a nuestros hijos a un centro especializado en esta afección.
El miedo y la incertidumbre se apoderaron de nosotros. ¿Qué iba ser de nuestros pequeños? Cuando fueron diagnosticados ni mi mujer ni yo sabíamos nada acerca del autismo. Tuvimos que ir aprendiendo a través de nuestros hijos, derribando barreras físicas, mentales y prejuicios acerca de lo que es el autismo.
Nadie que no haya vivido de cerca lo que es el autismo o que lo tenga sabe realmente lo que es ni cómo afrontarlo. Hay un vacío de información a nivel estatal, a nivel social e incluso a nivel clínico. Son muchos los médicos que no se hacen una idea real de lo que es el autismo y lo que supone para las personas que lo tienen.
Además, a pesar de que España es un país en el que existen ayudas para las personas que tienen autismo, se puede observar una falta de recursos para las personas con autismo que el Estado no cubre. Mis hijos, al igual que muchos niños con autismo que residen en España, tienen unas necesidades específicas que suponen unos gastos que los padres no deberíamos estar obligados a asumir, al menos no íntegramente.
Por eso pido al Congreso de los Diputados que, a la hora de realizar los presupuestos generales, se destinen más recursos para cubrir las necesidades de los niños que tienen algún tipo de disfunción que les pueda generar gastos a sus familiares. Pero, sobre todo, es necesario que se dé más visibilidad al autismo y que se destinen todos los recursos posibles a educar a la sociedad en lo que es esta afección y a crear protocolos de información y apoyo a los familiares de las personas que lo tienen.
En el día a día falta mucha información y no existen protocolos establecidos a nivel estatal sobre cómo proceder con los niños que padecen algún tipo de discapacidad cognitiva.