Me llamo Belén y tengo una pequeña de 4 años autista, quien me enseña cada día a conocer las bondades y dificultades de su condición, una oportunidad para crecer y aprender.

Desde que recibimos el diagnóstico, hemos tenido que luchar día a día por conseguir los recursos necesarios para el desarrollo pleno de nuestra hija. La atención temprana es fundamental, pero a menudo nos encontramos con la falta de personal, la burocracia en la administración pública y una atención psicológica inexistente para las familias, sobre todo al recibir el diagnóstico, un momento que se vive como un auténtico duelo, en el que sin ayuda profesional, solo el tiempo y la necesidad de ayudar a tu hijo son los que te permiten encajar el presente y avanzar. 

Es por ello que realizamos esta petición, para que se dé visibilidad al trastorno del espectro autista y se respeten las necesidades de quienes forman parten de su personalidad. Es necesario que se den los recursos y la información necesarias a las familias y a los profesionales que trabajan a diario con los niños con autismo.

Existen numerosas barreras que superar, pero una de las más demandadas es la de la falta de aulas inclusivas y la dificultad para atender a estos niños una vez que llegan a la edad adulta. Necesitamos programas específicos para su inserción en la sociedad, para que puedan tener una vida plena y significativa.

Creemos en una sociedad inclusiva, donde cada individuo es valorado por quien es, no por su condición. Y para lograrlo, necesitamos vuestro apoyo y comprensión. Juntos, podemos hacer una gran diferencia.