Pregunta para Cortes de Castilla y León
Tengo un hijo adolescente con TDAH y durante muchos años no hemos recibido apoyo escolar. ¿Cuándo van a dejar de estereotipar a los jóvenes por su aspecto físico y se van a poner a trabajar con ellos adecuadamente?
Me llamo Blanca, resido en Valladolid y tengo un hijo de casi 15 años con TDAH. Desde pequeño, Iván siempre ha sido muy inquieto, ya nos lo decían en la guardería y yo lo observaba en casa, nunca logré que jugara con ningún tipo de juguete; cuando empezó la etapa escolar, la cosa se agravó. Por más que lo llevaba al pediatra y le contaba la situación, lo único que me decía es que el niño era un pesadoLos profesores no eran nada comprensivos y me llamaban por todo , he llegado a escuchar por parte de una tutora que lo que tenía que hacer era dejar de darle caprichos comprándole buena ropa.
Lo peor vino con la pandemia, para un niño tan inquieto permanecer encerrado es una tortura; desde siempre rompía bolígrafos, el nórdico… pero en este momento hasta llegó a autolesionarse. En el colegio las llamadas por incidencias irrelevantes eran constantes, Iván era inquieto, sí, pero nada más, lo amonestaban por auténticas tonterías y nos volvían la cabeza loca. El pobre llegó a decirnos que no entendía qué le pasaba y por qué hacía las cosas que hacía; solo decía que era malo porque era lo que le decían en el instituto. Una vez se dirigió a una compañera de malas formas, y solo por eso, ya empezaron a acusarlo de que la acosaba; cuando investigamos todo, vimos que no tenía ni siquiera el contacto de la adolescente; la mayoría de las acusaciones eran falsas o tremendamente exageradas. Hasta cuando lo llevábamos al pediatra nos decía que éramos muy pesados.
Una vez, harta ya de tantas llamadas del colegio, les dije que no me llamaran más, así que contactaron con mi marido, el cual defendió mi postura y les dijo más de lo mismo. Ahora Iván ha pasado a segundo de bachiller y hemos tenido que optar por cambiarle de colegio, está en uno concertado pero él quería acudir a uno privado donde tendría que permanecer de 8 de la mañana a 7 de la tarde, esas son las ganas que él tiene de aprobar y avanzar.
Necesitamos visibilidad y que los centros se impliquen verdaderamente con los alumnos con TDAH, tenemos muchos estereotipos, como que el acosador es el que va vestido con la gorra hacia atrás y el acosado el típico niño con gafas y rellenito cuando no es así. Tenemos que darles oportunidades y no juzgarlos constantemente; Iván está repitiendo curso con solo cuatro asignaturas, dos de ellas encima optativas, no siendo ninguna de estas alguna de las troncales como matemáticas y lenguaje, y las valoraciones que dan sus profesores son bastante positivas. No podemos olvidar que tienen muchas aptitudes y tenemos que ayudarlos a desarrollarlas.