Esta pregunta parte de una premisa que no es cierta. La Sierra no está masificada, y más que en su promoción en lo que trabajamos es en el conocimiento y divulgación de sus valores, porque creemos que la educación ambiental es la mejor herramienta posible para trabajar por su conservación. Pese a ser el Parque más visitado, el flujo de visitas está dentro de unos parámetros normales. Tiene 103 visitantes por hectárea, frente a los 288 de Timanfaya. Y si se incluye también la Zona Periférica de Protección, la Sierra de Guadarrama soporta una presión de uso público tres veces inferior a Garajonay y ocho veces menos que Timanfaya. La ubicación de Madrid en pleno centro peninsular, con accesos privilegiados, en una región de altísima densidad poblacional y con una demanda creciente por el ocio de naturaleza dan lugar a una realidad social que hay que gestionar. Lo fácil es prohibir, pero creo que la labor de un Gobierno es gestionar esa demanda social y dar a los ciudadanos alternativas capaces de conciliar uso público y conservación, que es en lo que estamos.