Hola, me llamo Pablo, tengo 35 años y soy vigilante de seguridad privada desde hace 18 años.  Sector muy poco valorado a día de hoy y del que la gente tiene un gran desconocimiento. 

En España más de 200 mil familias que se dedican al sector de la Seguridad Privada. Nos regimos por un Convenio Nacional y una Ley de Seguridad Privada de 2014. Al igual que la sociedad evoluciona con los años, la delincuencia también ha ido evolucionando. Mientras, nosotros estamos estancados y sin mejoras. Por eso nos hemos visto obligados a empezar una serie de manifestaciones para poder reivindicar nuestros derechos como trabajadores. 

Estos días ha salido una noticia de cómo en un hospital agredieron a un enfermero y dieron con una barra de hierro a un vigilante de seguridad. Esa persona ha sido juzgada por atentado contra la autoridad, pero por agredir al enfermero, no al vigilante. Esto es solo un ejemplo de tantos que demuestra la gran desprotección que tenemos en todos los sentidos y lo expuestos que estamos a un peligro constante.

Los medios de protección que tenemos son una “porra y unas esposas”, defensas y grilletes. La uniformidad no va más allá de una camiseta y no se contempla que podamos llevar chalecos. En el mejor de los casos, podemos llevar un arma que es de los años 80. Estamos todos los días sumergidos en conflictos y si las dotaciones que nos dan no evolucionan pronto, el riesgo que corremos diariamente seguirá aumentando.

Por otra parte, nos quieren subir el sueldo un 10,5% en 3 años. Teniendo en cuenta el elevado crecimiento del IPC, el porcentaje que nos ofrecen lo vemos completamente inviable. En mi caso, llevando más de 15 años en mi puesto de trabajo y trabajando a jornada completa estoy cobrando poco más del Salario Mínimo Interprofesional haciendo noches, navidades, fines de semana... Además, yo tengo hijos y la conciliación familiar en este trabajo es bastante complicada. Por eso es importante que nos suban el sueldo o que nos lo mantengan, pero haciendo menos horas, porque tanto un salario digno como una conciliación familiar es importante para tener una buena calidad de vida.

También creemos que es importante que se reduzca la edad de jubilación. En esta profesión no hay la posibilidad de tener una segunda actividad. Pero lo que no se puede hacer es tener a personas de más de 60 años trabajando en lugares como, por ejemplo, centros de menores. Los niños cada vez son más altos y fuertes y a cierta edad es muy difícil poder sobrellevar cierto tipo de situaciones o conflictos.

Empezamos como toma de contacto las manifestaciones el día 23 de septiembre, pero si vemos que las cosas no mejoran, seguiremos reuniendo fuerzas para luchar por nuestra profesión. Nuestros servicios mínimos son superiores al 95%, como si fuésemos una empresa pública. Pero nosotros somos una empresa privada y si se nos trata y compensa como tal, no deberían poder exigirnos como si fuésemos una empresa pública. Por todo esto quiero dirigirme a los miembros del Senado. El sector de la Seguridad Privada necesita apoyos para que podamos mejorar nuestra calidad de vida. Por eso creo que es fundamental que se nos dé la oportunidad de sentarnos en una mesa negociadora con el objetivo de mejorar tanto nuestro convenio como la Ley de Seguridad Privada. Somos profesionales formados, con vocación por lo que hacemos y es necesario que se nos valore como merecemos.