Las mujeres hosteleras necesitamos vuestro apoyo. La hostelería ha sido uno de los sectores más castigados por la pandemia. Aunque siempre ha sido un sector maltratado, durante la crisis de la Covid-19 han tenido que ver como los pocos derechos laborales que tenían desaparecían mientras sus jefes se lucraban de subvenciones de ayuda a la hostelería. Bajo el castigo a este sector existe un problema estructural y este es cómo esta pensada la hostelería en España.

Es necesario que las subvenciones vengan de la mano de una inspección de trabajo que valore si ese negocio está saliendo adelante correctamente y está respetando los derechos laborales. Un negocio no puede funcionar sólo si no paga a sus trabajadoras. Actualmente en España las inspecciones de trabajo son casi inexistentes; muchas de nosotras no hemos vivido ninguna en todos los años que llevamos trabajando. En las pocas veces que se llevan a cabo, las inspecciones se hacen delante del jefe, avisado de antemano en la mayoría de los casos, por lo que no tenemos libertad para denunciar.

Las trabajadoras de la hostelería consideramos que es necesario que se hagan muchísimas más inspecciones de obligado cumplimiento y sin previo aviso, ya que sólo así puede haber un control real de las condiciones en las que trabajamos, que son lamentables de por sí, pero mucho más si ni siquiera se respetan.