Pregunta para Asamblea de Madrid
Fui a un colegio mayor y fue una pesadilla. ¿Cuándo van a prohibir las novatadas y las conductas que conllevan en los colegios mayores? Las consecuencias pueden ser terribles para las generaciones futuras y han creado experiencias traumáticas
Me llamo Carlota, tengo 33 años y a los 18 me fui a estudiar a Madrid. Opté por la opción de un colegio mayor, como muchos otrxs jóvenes, ya que no conocía a prácticamente a nadie en la ciudad. Acudí con mi madre semanas antes de empezar el curso para buscar; tenía uno en mente donde no me cogieron y finalmente, me decanté por otro, puesto que me ofrecía una buena ubicación y comodidades. En ambos, me aseguraron que las novatadas estaban prohibidas, y yo, que siempre había sido reticente a ellas, me quedé un poco más tranquila, pero esa tranquilidad no duró mucho.
Recuerdo el primer día en el comedor; en ocasiones juntaban a comer a las chicas de mi colegio con los chicos de otro masculino próximo y pude ver como le gritaban, mi madre y yo nos quedamos horrorizadas; la pesadilla no había hecho nada más que empezar. Creía que era cosa de chicos, pero la única diferencia, es que a ellos les hacían novatadas más físicas, como bañarse en agua ardiendo, helada o desnudarse, y las de las chicas eran algo más psicológicas. En teoría, las novatadas duraban un mes o poco más, pero no era así; nos obligaban a hacer cosas como reunirnos en una sala del piso inferior todas las noches de 11 a 2 de la madrugada, y si no acudías, hasta llegaban a pedir copias de las llaves de tu habitación para ir a buscarte. Cuando vi cómo funcionaba todo, empecé a esconderme en otros cuartos o en otras salas para que no me pillaran; yo además trabajaba algunos días, y si le sumas eso a la universidad, los horarios no eran compatibles con la vida que llevaba.
Podría contar innumerables historias, como el tipo de canciones que nos hacían cantar, misóginas y dirigidas a los chicos o con referencias fascistas, de camino a la fiesta en metro o por lugares emblemáticos de la ciudad de Madrid. Lo peor que recuerdo, es ver las atrocidades que cometían contra una de las chicas (supuestamente novata), ver como la ridiculizaban en el escenario de la sala inferior, y finalmente, cuando acababan las novatadas, te decían que, en realidad, era una veterana y la intención había sido sembrar el pánico entre las novatas. Otra anécdota que no me dejó indiferente, fue cuando un día en el comedor me hicieron lo siguiente. Te obligaban a ponerte un babero para comer y ridiculizarte más, si aún cabía esta posibilidad; un día salí muy estresada de un examen y solo quería comer y descansar, me olvidé el babero y me hicieron un cono para la cabeza y un babero gigante con una palabra denigrante, y mientras se reían de mí, yo solo lloraba y deseaba que me dejaran en paz. Finalmente, volví a mi ciudad y cuando tuve que volver a irme fuera, nunca más consideré la opción de un colegio mayor, además, el recuerdo que tengo de mi etapa en Madrid es nefasto debido a todo esto y mis notas académicas se vieron afectadas ese primer año.
Me gustaría pedir que prohíban este tipo de conductas, no basta con decirlo de palabra, sino prohibirlas realmente, nadie sabe hasta qué punto pueden llegar a afectar a lxs jóvenes, no dejamos de ser unxs críxs. Deberían mandar a alguien externx a investigarlo, a preguntar a cada residente por su experiencia y hacer más campañas de concienciación, no dejar que sigan pasando situaciones como la del Elías Ahuja; por lo que he vivido, puedo llegar a entender que mucha gente se calle, nadie quiere ser la marginada en un colegio mayor a esa edad y enfrentarse a la mayoría, pero nadie debe llegar hasta estos límites por encajar en un lugar.