Me llamo Carmen, tengo 60 años, artrosis, fibromialgia, tres hernias discales, discopatía degenerativa, espolones en la columna vertebral, problemas de cervicales y depresión. Tengo una discapacidad del 45% y hasta hace un mes también tenía la incapacidad laboral para el ejercicio de mi profesión, hasta que me la quitaron. 

He trabajado como camarera de piso, y como yo, la mayoría están enfermas y medicadas y tienen que pasar por estas situaciones con la administración. Hace un mes me llamaron para una revisión, no me hicieron las pruebas pertinentes para valorar mi estado (me pidieron que levantara una pierna y que caminara, pero no me pidieron que me agachara o que levantara peso, por ejemplo) y desde la Seguridad Social, se me dijo que podía trabajar como camarera de pisos. Me dieron el alta quitándome la incapacidad laboral.  

Tengo el informe de mi reumatólogo en mano que lo corrobora, el sistema nervioso descontrolado, unos dolores insoportables, he tenido hasta parches de morfina, no soy capaz ni de levantarme de la cama sin medicarme, ¿cómo voy a trabajar de camarera de piso? Por suerte, -no porque quiera o pueda trabajar, sino porque no les pasa esto a la mayoría de personas con 60 años-, me han contratado en una lavandería industrial de personas con discapacidad, pero yo, no debería estar trabajando con mi situación. 

Con esta petición me dirijo a los/las políticos/as del Gobierno de Canarias.

Las camareras de piso somos las grandes olvidadas. Pido, que la fibromialgia sea reconocida como una enfermedad discapacitante.

En lo que respecta a mi caso (y las demás personas que están en mi misma situación), exijo que no se juegue nuestras vidas, porque sí, nuestra vida depende de esto. Yo, además de la discapacidad, debería tener la incapacidad laboral para el ejercicio de mi profesión y esto no puede depender de la suerte o de la amabilidad persona que me toque en la revisión de la Seguridad Social cuando tengo todos los informes pertinentes de los especialistas que lo demuestran. La Seguridad Social tendría que ser nuestra red, nuestro apoyo, no una traba en el camino.

¡FIRMA! para parar esta injusticia, no nos podemos rendir.