Pregunta para Asamblea de Madrid

Las mujeres tenemos derecho a sentirnos seguras cuando caminamos solas por la calle, ¿por qué no se emplean más recursos como ampliar la iluminación y la instalación de cámaras para reforzar la seguridad en la zona de la Casa de Campo de Madrid?

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Carmen .O Pregunta de Carmen .O

Me llamo Carmen y vivo en Madrid. Hace unas semanas volvía a casa después de haber quedado a cenar. El problema de la zona en la que vivo, Casa de Campo, es que después de las 23:30 ya no hay más autobuses para volver hasta mi casa y tengo que caminar por un parquecito. He hecho muchas veces ese camino, pero esa noche cuando pasaba por el túnel subterráneo de la A5, escuché unos pasos y vi a un muchacho con unos auriculares que iba mirando el móvil. En principio no le di importancia pero escuché como los pasos se aceleraban cada vez más detrás de mí. Justo en ese momento aceleré, porque me temía que me iban a atracar. Empecé a ir más lenta y a pensar que eran imaginaciones mías, quería que me adelantara y quedarme más tranquila teniéndole delante. 

En el momento en el que se quedó a mi nivel, se tiró encima de mí, me arrastró y me acercó hasta él poniéndome su mano en mi entrepierna. Por unas milésimas de segundo me quedé en shock y después pegué un grito muy grande. Él se separó y yo no paraba de decirle que no me hiciese nada, salí corriendo hacia la carretera y él hacia el parque. Conseguí parar a un taxista que al principio no comprendió bien lo que estaba pasando, le pedí que llamase a la policía y le dije que me habían asaltado. Otro chico que venía caminando más atrás, cruzó al ver la escena y se quedaron los dos conmigo. Yo tenía un ataque de ansiedad y la policía decidió llamar al Samur para que me atendiesen. La policía me llevó a casa y al día siguiente inicié el proceso de denuncia.

Como mujer y como feminista, quiero reivindicar que haciendo ese mismo camino había sufrido en otras ocasiones acoso callejero cuando iba caminando y me han pitado desde el coche o me han dicho algo por la calle. No tenía conocimiento de que se hubiesen producido hasta la fecha casos como el mío. Estoy cansada de que las mujeres tengamos que sufrir el acaso callejero con tanta frecuencia.

A día de hoy estoy bien, gracias a que estoy siguiendo un tratamiento psicológico, por el que he tenido que alterar mi rutina. Me da mucho miedo el tema de cómo volver a casa si alguien me propone salir a cenar. Si salgo a cenar tengo que contar con 30 euros de suplemento que luego me va a costar el Cabify o el taxi. Hay veces que si económicamente no me lo puedo permitir y sé que luego no tengo un transporte público para volverme a casa, rechazo el plan porque no tengo una forma segura de regresar a casa. Ese es el hándicap que tengo, la ansiedad que me crea salir ahora de noche de trabajar, aunque en mi empresa se han portado muy bien conmigo para darme facilidades con los turnos. Sé que es una situación que no se puede dilatar en el tiempo porque me gustaría ser igual que el resto de mis compañeras y no dejar a una compañera sola para el cierre.

Siento que voy acelerada siempre y corriendo por si puedo coger el último autobús, además, en verano por las vacaciones tenemos todavía menos autobuses y la frecuencia es menor. La policía me ha recomendado que me compré un spray de autodefensa homologado, me dijeron que no pueden llegar a todo lo que sucede en una ciudad como Madrid. No entiendo cómo si ya saben que hay problemas de delincuencia, no se remedia. No comprendo cómo hay tan mala iluminación en la zona, o por qué no hay cámaras de seguridad ni nada a lo que acogerse, necesitamos más recursos para aumentar la seguridad en las zonas aisladas.

La Policía revisó las cámaras del metro, pero esa persona no salió del metro, yo ya lo sabía, estaría por las inmediaciones y se aprovechó de la poca vigilancia y de que no había casi gente a esas horas de la noche. Si hubieran instalado cámaras fuera, habría podido ayudar en la investigación. No comprendo cómo si ellos detectan que en esa zona se está incrementando la delincuencia, por qué no se plantean soluciones, como el tema del transporte público. Entiendo que el personal de transporte público tenga derecho a tener vacaciones,  pero eso no quiere decir nada, a mí no me rebajan el precio del abono en los meses de verano cuando ellos no van a cubrir la falta de personal que tienen.

Yo tengo todo el derecho del mundo a ir sola por la calle y a sentirme segura, desterremos ese tipo de cometarios en los que se expone como solución que las mujeres coartemos nuestra libertad de movimiento.  También me dicen mucho “Es que esa zona es peligrosa”, ya pero yo tengo que pasar por ahí, sería mejor que se implementasen medidas de seguridad. 

Mi noticia saltó a los medios, como víctima me sentí muy expuesta, hubo filtraciones a la prensa y yo entiendo que la policía quizás tratase de visibilizar y de reivindicar que están desbordados por el problema que sucede en la Casa de Campo, en la zona de Batán. No entendí muy bien cómo se desvió el tema, parecía más importante apuntar a la procedencia del agresor que al hecho de denunciar que las mujeres no podemos ir solas por la calle porque nos tenemos que enfrentar a este tipo de cosas. Me sentó mal porque me sentí muy desprotegida al ver que el foco de la noticia no era yo, era el presunto agresor. Además, faltaron a la verdad, no hubo ningún héroe ni nadie vio nada, parece que siempre tenemos que ser rescatadas. Tuve que llamar a la policía para explicarlo bien.

También tengo que decir que la atención por parte de la brigada que se encarga de este tipo de sucesos contra la mujer, fue excelente. El sistema funcionó muy bien y no tardaron en ponerse en contacto conmigo para ofrecerme información y ayuda. Cuando pones la denuncia el sistema se activa y funciona rápido, me sorprendió y nadie puso en duda mi relato, ni me sentí juzgada. Si puedo sacar algo positivo de todo esto, es que la policía ha hecho bien su trabajo. La noticia después se filtró correctamente, pero como víctima me dolió que se centrasen primero en esconder un ataque machista bajo un tema de inmigración en España, nadie se puso en mi piel, la nacionalidad del agresor no es el problema.

Quiero pedir que se mejore la seguridad en esta zona de la Casa de Campo y que se amplíen los recursos, además de reforzar el transporte público, porque el último autobús que me deja cerca de casa sale a las 23:30 y los nocturnos no cubren mi zona. La poca iluminación es una vergüenza y lo solos y solas que estamos en esta zona tan relevante de una ciudad como Madrid. Me gustaría que lo que me ha ocurrido sirva para algo, sentirme segura no debería suponerme un suplemento económico por tener que coger un transporte seguro hasta mi casa. Espero y deseo que se tenga más empatía con las víctimas y que no hagan que se sientan desprotegidas como me ha ocurrido a mí. La prensa debería darle una vuelta a cómo se reflejan este tipo de delitos en las noticias para no perder el foco en lo importante: las víctimas.

 

 

 

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