Pregunta para Parlamento de Catalunya
La pandemia ha intensificado el transtorno obsesivo compulsivo de mi hijo ¿Por qué no se incluye un protocolo de detección de enfermedades mentales en niños en la revisión médica?
Mi nombre es Carolina y soy madre de un niño de 10 años con TOC (trastorno obsesivo compulsivo), agravado por la situación de alarma sanitaria que irrumpió con las pertinentes medidas de higiene y salud.
El TOC está considerada por la Organización Mundial de la Salud como una de las 20 enfermedades más discapacitantes, y es una de las cinco enfermedades psiquiátricas más frecuentes.
Es necesario que la patología se detecte lo antes posible para evitar su cronificación y facilitar el acceso del enfermo a los tratamientos eficaces. Lo corroboran los expertos, como Amparo Belloch Fuster, de la unidad de trastornos obsesivos de la Universidad de Valencia para la Agencia Sinc.
Cuando mi hijo tenía ocho años, empezó a obsesionarse con la simetría en las acciones. Por ejemplo, si le tocaban un hombro, le tenías que tocar el otro. Si el médico general le hubiese realizado un test, tal vez se habría detectado el TOC antes.
En octubre de 2019, le llevé a una consulta de psicología y el informe no llegó a ninguna conclusión determinante.
A partir del confinamiento, sus ‘manías’ se han convertido en un TOC, que finalmente le diagnosticaron hace un mes. Cada día se intensifica. Ayer mismo sufrió una crisis porque su chaqueta había pasado a un metro de su hermana y sentía que estaba ‘contaminada’. Se quitó la chaqueta y salió corriendo, tuvo una crisis muy fuerte. Cuando esto ocurre, siente se que tiene que volver a duchar para 'descontaminarse' aunque se haya duchado hace una hora. Eso hizo al llegar a casa, y también estuvo insistiendo en tirar la ropa a la basura. El abuso de las duchas es un constante. El otro día, por ejemplo, se levantó para ir al aseo y tocó el pomo de la puerta, eso desencadenó una crisis, y se volvió a duchar a la una de la mañana. No quiere salir a la calle. Y yo, como madre, también temo revivir las malas experiencias que han, para mí, sido muchas de sus crisis.
Las primeras veces que empezó a tener comportamientos obsesivo compulsivos yo los interpretaba como situaciones de mala conducta y le regañaba. Cuando me he dado cuenta de que su conducta se debe a un trastorno me he dado cuenta de la falta de información a la que he tenido acceso, como madre. Y he caído en la multitud de ‘manías’ que mi hijo tenía desde pequeño. Si en las revisiones médicas, además de los aspectos físicos, se hubiera realizado un test o unas pruebas de posibles enfermedades mentales, quizás la situación en la que me encuentro actualmente no sería tan insostenible.
Por esa razón, me dirijo a los políticos del Parlament de Catalunya, ¿por qué no se incluye un protocolo de detección de enfermedades mentales en niños en la revisión médica?
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