Pregunta para Parlamento de Catalunya
¿Por qué no se actualizan y cambian los convenios del sector de la hostelería? Estamos hartos de tanta precariedad
Hola, soy César L. y soy cocinero profesional desde 2017. En la escuela los profesores te advierten que vas a echar muchas horas, que es un trabajo muy duro. Nadie nos describiría al 100% lo que íbamos a vivir. A mí me mandaron a hacer las prácticas en una estrella Michelin en La Llagpstera y estuve 3 meses viviendo en un piso del propio restaurante haciendo unos horarios que para nada eran mi convenio. Un horror de experiencia, no aprendes nada, te exigen mucho y los horarios eran una locura. Teníamos solo un día libre, no se cumplía el convenio, ni para los trabajadores y menos para una persona en prácticas.
Para mi esta experiencia en prácticas fue traumática, y justo en esta época salió la entrevista de un chef catalán muy conocido por participar en un programa de cocina de la TV, diciendo en “El Confidencial” que “trabajar 16 horas en una cocina era normal” y que “para un practicante entrar en una estrella Michelin era un privilegio”. Además, en otra entrevista afirmaba que sus practicantes cumplían con el convenio de prácticas. Y me quedé a cuadros con lo que decía porque tenía un contacto que había hecho las prácticas en su empresa Y lo cierto es que me describe una serie de cosas que según Jordi no hacía. Está tan estructurado y metida en el sector esta precariedad que es muy humillante y difícil. Y al final, es un secreto a voces.
He estado en un grupo de restauración bastante grande en Barcelona. Y lo mismo, una serie de cosas ilegales que he visto en estos 4-5 años. Explotación a saco. Horas extras que no te pagan, luego te dicen que te las devuelven y al final tampoco. Yo lo que no entiendo es cómo es posible que se haya permitido llegar tan lejos y hayamos tardado tanto en darnos cuenta de que las inspecciones y los sistemas de denuncias no son ni eficientes ni seguros para el trabajador en cuestión de anonimato. Pienso que tenemos un convenio caducado, desactualizado y que encima no se cumple, hay cosas que hay que tomar en cuenta que no están contempladas en el convenio, como que estamos ante una profesión que debería calificar como profesión de riesgo.
No sólo por las olas de calor más frecuentes e intensas que crean un desgaste energético y físico extremo, sino también por las condiciones propias de la restauración, como son aguantar niveles altos de estrés con consecuencias en la vida diaria, estar expuesto durante 8 horas a riesgos laborales, estando en un lugar lleno de cuchillos, fogones, teniendo que levantar ollas con pesos fuera de lo que debería cargar una persona, etc. Es una profesión en la que estas rodeado de peligro y la gente no se da cuenta. Tampoco existen protocolos para los golpes de calor que se sufren, en horas punta, con altas temperaturas, con uniformes que te cubren todo el cuerpo, mis compañeros y yo tenemos que encerrarnos en las cámaras frigoríficas para que no nos dé una lipotimia porque ya nos ha pasado. No son formas correctas de trabajar, ni es necesario que nos expongamos a tanta precariedad sin protocolos correctos de actuación por nuestra propia salud. Son muchas las cosas que me hacen pensar que debería estar clasificado como un trabajo de riesgo. No son condiciones normales para ningún trabajador.
Lamentablemente hay una gran parte del sector que ha metido tanto el dedo en la llaga de las personas que nos hemos querido quedar y que nos hemos quedado por la profesión, que claro, ahora mismo es normal que falte personal. En el trabajo anterior tenían explotados a 12 filipinos, les pagaban en negro. Les denunciaron cuando se fueron de la empresa, ahora tienen 28 cocineros, que en comparación es una locura. Ellos me contaban lo que pasaba y era surreal, entre la barrera del idioma y las necesidades que tenían. A ellos 1200 euros al mes les venía bien, al ser parte de un colectivo vulnerable por su situación de inmigración, aceptaban todo y trabajan muchísimo y además lo hacían bastante bien. Era como si los hubieran comprado, y daban la vida por la empresa.
Salen mintiendo delante de la cámara los jefes, diciendo como que ellos nunca maltratan a sus trabajadores. Es surreal, es que no te lo puedes creer. Es como si fuera una mafia. Y todas estas cosas los trabajadores ya no las quieren, están cansados de las mismas condiciones. Yo estoy muy contento de ver que hay falta de personal, porque eso quiere decir que hay gente que se ha buscado algo mejor y que ahora se encuentra en una situación mejor. Ahora han subido los sueldos porque la gente está quemada y ya no quiere trabajar en el sector, pero parece ser demasiado tarde para muchos restaurantes. Hay un pequeño número de hosteleros que lo hace bien, pero es importante esa gente. Un amigo se montó un negocio y les cumplió el convenio 100% a los compañeros, pero es un caso entre miles que no.
Mi peor experiencia fue en un grupo de restauración tan grande, hay unas ilegalidades tremendas. Dinero negro, compras pisos, cocinas ilegales. Me gustaría que en un futuro en la hostelería existiera un consumo sostenible, que se trabajara en la sostenibilidad del sector. Yo creo que la gente conoce las condiciones, pero claro. Todos saben de qué va esto, es un secreto a voces en España. Debería existir un tipo de sello, de distinción, que el cliente sepa dónde va y qué tipo de situación existe dentro del sector. Por eso, me gustaría preguntarle al Parlamento de Cataluña, ¿por qué no se actualizan y cambian los convenios del sector de la hostelería? Estamos hartos de tanta precariedad.
Las inspecciones no son suficientes, se compra mucho a los inspectores. Yo he escuchado historias de quien es, se les da botellas de vino de 100 euros y se les invita a comidas y cenas. La restauración es una mafia y un cáncer para España. La cantidad de dinero sin declarar, los sueldos en negro. Con el tema del ERTE, mucha que cobraba en negro, se quedaron con una mano delante y otra detrás. Es un sector muy precario. He visto y escuchado tantas cosas… que no me sorprende, me alegra que no encuentren gente a la que puedan explotar. Yo creo que se tiene que hacer más inspecciones, más serias. El sistema de inspecciones y de denuncias no ha funcionado. Millones de euros defraudados a hacienda y de explotación laboral. Esto afecta a todas las personas, trabajadores y clientes, las arcas públicas pertenecen a la población. Es necesario buscar una manera más eficiente de denunciar y que los cocineros estemos más protegidos. Por eso te pido que firmes esta petición para que por fin regularicen este tipo de situaciones que se siguen repitiendo en el sector hostelero, frenemos los millones que se defraudan a Hacienda, podamos impulsar un nuevo convenio más de acuerdo con la realidad de los cocineros y encontremos formas más eficientes y reales de denunciar las malas prácticas que precarizan nuestra profesión. Así por fin conseguiremos un cambio real en el sector, haciéndolo más justo y mirando hacia el futuro. La restauración puede llegar a dejar de dar vergüenza si conseguimos mejorar nuestras condiciones.