Me llamo Claudia y he superado un cáncer de ovario y otro de tiroides. Ahora estoy a la espera de unos resultados, pues tras la última revisión me dijeron que el cáncer podría haberse extendido al colon.

En 2019, cuando tenía 43 años, empecé a tener fuertes dolores intestinales. No podía comer nada y estuve cuarenta días sin el período. Un día sufrí un sangrado muy fuerte, por lo que decidí ir a urgencias. Me realizaron varias pruebas, tras las que me confirmaron que tenía un tumor maligno en el ovario izquierdo. 

Al poco tiempo empezó la pandemia y con ella la saturación de la sanidad. Pasado un tiempo me extrajeron el ovario y una trompa de Falopio, pero mi estado general empeoró: me sentía muy fatigada y empecé a perder la voz. Al comentárselo a mi médico, me solicitó varias pruebas para ver cómo estaban mis pulmones y la glándula tiroides. Desafortunadamente, me encontraron un tumor en esta última y varios nódulos en los pulmones. El cáncer estaba muy avanzado, al 70%, por lo que tuvieron que operarme de nuevo.

La recuperación fue muy dura, pues mi sistema hormonal dio un vuelco total que me generó depresión y mucha ansiedad. 

Ahora me encuentro a la espera de unos resultados, ya que en la última revisión todo apuntaba a que el cáncer había regresado, esta vez en el colon.

Por ello, con esta iniciativa me dirijo al Parlament de Catalunya, con el objetivo de que destinen más recursos a la investigación contra el cáncer y al acompañamiento psicológico de los pacientes durante y después del tratamiento, pues las secuelas físicas y psicológicas que esta enfermedad deja en nosotros son enormes.