Sabías que solo el 20% de las personas con discapacidad tiene acceso a educación, mientras que solo el 30% tiene acceso a desarrollarse laboralmente, aunado a los estigmas y el rechazo social que aún existe en México. 

Mi nombre es Silke, tengo dos hijos uno de 8 años y otro de 10, mi primer hijo fue Mathias, quien al nacer fue diagnosticado con síndrome de Down, durante el embarazo todo marchaba bien y no hubo indicios de su condición genética, fue hasta su nacimiento que nos enteramos. Como sucede en muchas familias, mi esposo y yo desconocíamos el tema. Conforme Mathias fue creciendo, fuimos aprendiendo y nos fuimos dando cuenta de que él era un niño como cualquier otro simpático, amoroso, risueño, con ganas de jugar y descubrir el mundo

Desde que nació Mathias recibió diferentes terapias, es cierto que los pequeños con síndrome de Down requieren de estimulación y herramientas para su desarrollo así como reforzar sus aprendizajes, pero con perseverancia y trabajo constante los niños pueden hacer de todo, y verlo lograr sus metas se traduce en alegría para nosotros como papás. 

Si bien la educación es un derecho, los papás de niños o niñas con síndrome de Down nos enfrentamos a una situación diferente, el desconocimiento por parte de profesores y autoridades educativas es muy grande, muchas veces se niegan a admitirlos o no realizan los ajustes razonables que se requieren para que los niños puedan aprender. En las escuelas privadas la flexibilidad escolar es mayor, pero también cuesta trabajo encontrar una institución con educación incluyente. 

A raíz de mi experiencia con Mathias descubrí la necesidad de aprender a valorar a las personas más allá de cualquier condición genética o discapacidad, con ese objetivo fundé Cambiando Modelos, para sensibilizar a la sociedad y también para dar esperanza a más familias, demostrando que nuestros hijos son como cualquier otra persona, con áreas de oportunidad, defectos y muchas virtudes, pero con un poco de ayuda y las herramientas adecuadas, pueden cumplir sus metas. En el caso de Mathias, ha demostrado gusto por la actuación y debutó como actor al participar en la telenovela ‘Cuna de Lobos’, en la cual tenía las mismas responsabilidades que cualquier otro actor, demostrando que el síndrome de Down no es ninguna barrera. 

Visibilizar la inclusión a través de medios de comunicación, la publicidad y la moda, es vital para llegar a millones de personas de manera orgánica, además de brindar un espacio laboral a las personas con discapacidad.

Comparto mi historia y la de Mathias para seguir levantando la voz y visibilizando la necesidad de generar una sociedad más incluyente y empática, en un futuro me gustaría que mi hijo y el resto de las personas con alguna discapacidad sean tratados con respeto e igualdad de oportunidades, que tengan la posibilidad de demostrar que sus habilidades suman y son de valor. Es necesario que las autoridades trabajen en impulsar proyectos para que la inclusión sea una realidad a nivel escolar, laboral, de salud y que los derechos de las personas con síndrome de Down o alguna discapacidad se cumplan en su totalidad.  Poco a poco, iremos formando una sociedad más incluyente, las organizaciones civiles y el gobierno debemos de trabajar en conjunto para crear lazos más fuertes, ser una sola voz a favor de la inclusión en todos los ámbitos.

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