Pregunta para Congreso de los diputados
Es necesario visibilizar el VPH y que exista una atención adecuada y preventiva, así como revisiones anuales para detectarlo. ¿Cuándo va la Seguridad Social a ofrecer revisiones anuales en vez de cada 3 años y garantizar así un diagnóstico a tiempo?
Me llamo Cristina y fui diagnosticada con el virus del papiloma humano con gen 16 el año pasado. El VPH es un tipo de virus que puede llegar, en ocasiones, a causar lesiones más o menos graves. Se trata de una infección de transmisión sexual común, se estima que aproximadamente el 80% de las personas sexualmente activas contactan con al menos un tipo de VPH en algún momento de su vida. Sin embargo, que sea común, no significa que no sea grave o pueda llegar a serlo. De las más de 100 cepas de virus dentro del papiloma humano, existen, tipos como el 16 o el 18, considerados de alto riesgo y que pueden causar distintos tipos de cáncer, siendo el más común el cáncer de cuello uterino.
En mi caso, fue en abril de 2022, tras acudir a una revisión ginecológica rutinaria, cuando me diagnosticaron. En aquella revisión, me encontraron una displasia en el cuello del útero. La displasia son unas pequeñas lesiones en el cuello uterino que normalmente son provocadas por el Virus del Papiloma Humano. A partir del primer diagnóstico me tuve que someter a diferentes pruebas, entre ellas dos biopsias. Y finalmente, me sometí a una cirugía llamada conización. En la primera operación me extirparon un carcinoma in situ (un principio de cáncer) y había que repetir la cirugía porque tenía los márgenes afectados. Lo que hizo que tuviera que someterme de nuevo a una segunda conización, quince días más tarde. Ahora, tras esta operación, puedo decir que, de momento, está todo bien. Tuve mucha suerte. El tiempo fue clave ya que se desarrolló muy rápido.
Cuando me diagnosticaron de VPH, no entendía nada, estaba desubicada y confusa, nunca había tenido síntomas y llevaba muchos años con una pareja estable. Sin embargo, me explicaron cómo es muy difícil saber cuándo te contagiaste por primera vez, ya que no siempre se presenta sintomatología y la activación puede producirse años más tarde de tu primer contagio. Por otro lado, no existe cura para el VPH, es algo que acompaña toda la vida a la persona, pero sí hay una vacuna que evita en mayor grado que se formen lesiones o incluso el desarrollo del cáncer. Desgraciadamente, la vacuna solo es financiada por el Estado en algunos casos. En el mío, por ejemplo, debido a que cuento con lesiones en el cuello del útero. Pero, al no ser así todos los casos, existen muchas mujeres que han de pagar de su bolsillo las vacunas, en plural, porque son tres y cada una de ellas tiene un precio aproximado de 200 euros.
Mi situación es la que es hoy en día, porque tengo la suerte de contar con un seguro médico privado, en la que las revisiones son frecuentes y hay mayor posibilidad de hacer un diagnóstico temprano que evite una situación peligrosa como pudo llegar a ser la mía y que todavía no se ha acabado. Lo que no puede ser, es que, mediante la Seguridad Social en nuestro sistema de salud pública las revisiones sean cada tres años ya que pone en riesgo de salud a las personas que tengan este virus y no lo sepan.
También, es importante normalizar el VPH y alejarnos del estigma (especialmente hacia las mujeres) que supone el diagnóstico de este virus. Es un tema del que se habla sólo superficialmente y del que no hay apenas información. La mayoría de las personas cuando nos diagnostican ni si quiera sabemos de que nos están hablando y una vez diagnosticadas, cargamos con culpa, dudas y soledad. Por ello, desde entonces, me preocupo en dar visibilidad a este virus para decirle a las personas y especialmente a las mujeres con VPH, que no están solas, y al resto, que tener relaciones sexuales con protección y una mayor educación sexual son herramientas clave para evitar el contagio o prevenirlo.
Por ello y con todo lo plasmado, quiero lanzar la siguiente petición al Congreso de los Diputados. Es necesario que haya revisiones anuales para poder detectar a tiempo el diagnóstico y evitar que se desarrollen situaciones más graves para la salud. Además, es de suma importancia que todo el mundo tenga acceso a la vacunación, y que no exista gente que tenga que pagar por ella.
Por último, hay que promover una educación sexual integral, normalizar enfermedades como el VPH (tomándolas en serio) y trabajar todos juntos para eliminar el estigma que rodea a las mujeres infectadas por el virus del papiloma humano.