Me llamo Cristina, soy de Madrid y tengo psoriasis desde los cuatro años. No es el primer caso en mi familia, ya que mi tío la tiene y su tío también la tenía. La psoriasis es una enfermedad autoinmune y crónica que provoca manchas rojas por todo el cuerpo, lo que produce muchos picores.

En mi caso, la psoriasis se me presenta en gota, es decir, en pequeñas manchas por todo el cuerpo, desde los pies hasta el cuero cabelludo. Afortunadamente, en el colegio nunca me sentí discriminada, ya que mis amigas lo supieron desde el principio y lo llevaron con total normalidad, como debería ser en todas partes.

Sin embargo, lo pasaba mal cuando iba a la playa, ya que era donde mostraba más mi cuerpo. Por falta de conocimiento y concienciación sobre la enfermedad, desde pequeña siempre me sentí muy observada. Recuerdo incluso, cuando tenía unos 12 años, que me llegaron a decir si tengo lepra o si eso se contagia.

A la larga, toda esta discriminación y el sentimiento de no encajar en el canon de belleza determinado afectó mucho a mi autoestima, especialmente en la adolescencia. Además, la psoriasis va muy ligada al estrés y a los malos hábitos (ultraprocesados, alcohol…), por lo que, cuanto peor estaba psicológicamente y menos me cuidaba, peores eran los brotes.

Actualmente estoy mucho mejor: por un lado, he aprendido a quererme a mí misma y aceptar mi cuerpo y a que me dé igual cómo se vea mi piel; por otro lado, he mejorado mis hábitos alimenticios y he aprendido a gestionar mejor mis emociones, lo que me ha ayudado mucho a mejorar mi enfermedad.

Es por todo esto que quiero dirigirme a los miembros de la Asamblea de Madrid, ya que soy de Madrid y son mis representantes en dicha cámara, para que lancen más campañas de concienciación sobre las enfermedades de la piel como la psoriasis, y así fomentar la empatía hacia las personas que las padecemos, especialmente en la infancia y la adolescencia.

La psoriasis no es solo una cuestión de la piel. Las manchas y los picores son solo el resultado de un problema autoinmune que se agudiza especialmente con el estrés y la comida no saludable. El embarazo también puede alterar mucho las hormonas y generar más brotes, algo bastante frecuente en las enfermedades autoinmunes. Por eso me parece ineficiente que se trate la psoriasis solo desde la dermatología, ya que solo trata la consecuencia, pero no el origen.

Creo que esta y otras enfermedades autoinmunes deberían tratarse de una forma más multidisciplinar, especialmente desde la digestología. También es muy importante ofrecer un acompañamiento psicológico, especialmente en niños y adolescentes, para prevenir problemas de autoestima como me ocurrió a mí.