Hola, me llamo Elena, tengo 39 años y nací en Venezuela, aunque vivo en Madrid desde hace cuatro años. Soy periodista, pero desde mi llegada a España en 2016 he trabajado como auxiliar de enfermería en dos residencias de mayores. Y tengo cáncer de mama. A día de hoy he recibido cinco ciclos de quimio, y estoy a la espera de recibir el sexto y último ciclo. La cirugía está programada, si todo va bien y la pandemia así lo permite, para la semana del 18 de enero; y así continuar con quimioterapia y radioterapia.

Os he resumido brevemente mi situación actual, pero debemos remontarnos a dos años atrás para descubrir cómo comenzó esta historia. En 2018 sentí un bulto en la mama izquierda. Tendría el tamaño de una semilla de limón, era pequeño, pero a mí me preocupó de inmediato al tener una tía que había padecido ya cáncer de mama. Por eso me dirigí a mi doctor de cabecera. Mi médico aseguró que sería un bulto de grasa. Y así durante los meses sucesivos. Mi bulto crecía, yo cada día lo notaba más grande y la molestia era también mayor. 

Febrero de 2020. Al trabajar con mis pacientes en las residencias notaba cada vez mayor presión y molestia debajo de la axila. Al relatarle estas molestias a mi médico, decide explorarme. Cuando palpó mi pecho decidió mandarme una ecografía. Me dieron cita para primeros de abril. Pero entonces estalló la pandemia y la cita se trasladó a junio. En junio de 2020 me hacen una biopsia, además de la ecografía. La biopsia da positivo. Concretamente las palabras que recibí fueron: “Ganglio axilar metastásico”. Uno lo relaciona inmediatamente con cáncer.

El proceso comenzó a correr entonces. Fui emplazada a cantidad de pruebas y analíticas. En un abrir y cerrar de ojos estaba recibiendo mi primer ciclo de quimio el 21 de agosto de este 2020.

Esta es mi historia, pero es también la historia de otras muchas personas que, por no encontrarse en el rango de edad estadístico para padecer este tipo de enfermedad, no reciben el seguimiento preciso. Por ello me dirijo desde aquí a los políticos de la Asamblea de Madrid, porque son los representantes de la comunidad autónoma en la que resido, para reclamar el diagnóstico precoz y la atención temprana de todos aquellos pacientes que presenten síntomas. 

Un diagnóstico a tiempo puede regalar calidad de vida a muchas personas y que, si un cuerpo no reacciona bien a un tratamiento, exista la posibilidad de explorar otras opciones. En resumen un diagnóstico precoz puede salvarte la vida. Yo estoy sufriendo particularmente los efectos adversos de la quimio. Neutropenia, sangrados recurrentes por la nariz, brotes alérgicos e infinidad de dolores musculares me persiguen días y semanas después de cada ciclo de quimio. Si se detectase la enfermedad a tiempo podríamos regalar vidas y minutos a mucha gente. 

Políticos de la Asamblea de Madrid, ¿Cuándo se van a destinar más recursos a la prevención y diagnóstico precoz de cualquier tipo de cáncer? Existe una necesidad real de dotar a los centros de salud y a los profesionales de los recursos necesarios para tratar a sus pacientes con la mayor premura posible, y así prevenir esta enfermedad. Facilitar a tiempo un tratamiento es salvar muchas vidas.